El presidente de Rumania Klaus Iohannis habla en el congreso del Partido Popular Europeo en Bucarest, Rumania, el jueves 7 de marzo de 2024. (AP Foto/Andreea Alexandru)
El presidente de Rumania, Klaus Iohannis, anunció este lunes su renuncia en medio de un proceso de destitución y el descontento generado por la cancelación de las elecciones presidenciales del año pasado. La decisión llega días antes de que el Parlamento votara su suspensión, lo que, según el mandatario, habría sumido al país en una crisis.
El Tribunal Constitucional de Rumania había pospuesto las elecciones de diciembre tras denuncias de injerencia rusa, luego de que el candidato de extrema derecha Calin Georgescu sorprendiera con una victoria en primera vuelta. Desde entonces, la presión sobre Iohannis, un político proeuropeo, aumentó considerablemente.
“Para evitar que Rumanía y los ciudadanos rumanos entren en crisis... renuncio al cargo de presidente de Rumania”, declaró Iohannis, quien oficializará su dimisión el miércoles. En su discurso, aseguró que “nunca había violado la constitución” y lamentó que la situación tuviera efectos tanto internos como externos.
La extrema derecha celebra la salida de Iohannis
Cientos de seguidores de la extrema derecha se congregaron en Bucarest, donde se produjeron enfrentamientos con la policía tras conocerse la renuncia del presidente.
El líder de AUR, el partido de extrema derecha, George Simion, calificó la dimisión como una “victoria del pueblo”. Por su parte, Georgescu, quien había ganado la primera vuelta de las elecciones antes de que fueran anuladas, sostuvo que era una “victoria para el pueblo de Rumania” y exigió la reanudación de la segunda vuelta.
En las elecciones parlamentarias de diciembre, la extrema derecha logró un resultado sin precedentes al obtener un tercio de los votos, impulsada por la indignación popular ante la creciente inflación y el temor a la guerra en la vecina Ucrania.
El mes pasado, decenas de miles de rumanos salieron a las calles en protestas organizadas por la extrema derecha, exigiendo la dimisión de Iohannis y denunciando la anulación de las elecciones como un “golpe de Estado formalizado”.
Un nuevo rumbo para Rumania
Con la salida de Iohannis, el presidente del Senado y líder liberal, Ilie Bolojan, de 55 años, asumirá el cargo interino.
La nueva primera vuelta de las elecciones presidenciales se celebrará el 4 de mayo, y la segunda, el 18 de mayo, en caso de que ningún candidato obtenga más del 50% de los votos en la primera vuelta.
La controversia sobre la cancelación de las elecciones surgió tras la desclasificación de documentos de inteligencia que señalaban “acciones híbridas rusas agresivas”, incluyendo ciberataques y una promoción masiva de Georgescu en redes sociales antes de la votación.
A pesar de haber sido un admirador del presidente ruso Vladimir Putin y un crítico de la OTAN, Georgescu ha negado cualquier vínculo con Moscú. En los últimos meses, se ha alineado con la retórica de Donald Trump, autoproclamándose “ultrapro-Trump”.
Con la renuncia de Iohannis, Rumania entra en una etapa de incertidumbre política, mientras el país se prepara para unas elecciones que definirán su futuro en un contexto de tensiones internas y externas.
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