Las autoridades estadounidenses encontraron las dos cajas negras del avión de American Airlines que se estrelló el miércoles por la noche en Washington, tras colisionar con un helicóptero militar. La tragedia, que dejó 67 víctimas fatales, es una de las más graves en la historia de la aviación en el país.
Los investigadores recuperaron el grabador de voces de la cabina del piloto y el registrador de datos de vuelo, elementos clave para esclarecer lo ocurrido. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte será la encargada de analizar la información contenida en estos dispositivos, según informaron fuentes anónimas a CBS News y ABC News.
La tragedia aérea provocó una fuerte conmoción en Wahsington D.C. (Foto: AFP/U.S. Cost Guards).
Una investigación en marcha
Según las autoridades, se espera que en un plazo de 30 días puedan obtenerse las primeras conclusiones sobre los motivos de la tragedia.
El New York Times reveló que la torre de control del aeropuerto Ronald-Reagan contaba con menos personal del habitual al momento del accidente. En lugar de dos controladores, solo uno gestionaba el tráfico aéreo de los aviones comerciales y los helicópteros.
Además, 24 horas antes de la colisión, otro avión que intentaba aterrizar en ese aeropuerto tuvo que realizar una segunda aproximación debido a la presencia de un helicóptero en su trayectoria, según reportaron The Washington Post y CNN, citando grabaciones del control aéreo.
¿Cómo ocurrió el accidente?
El vuelo 5342 de American Eagle, filial de American Airlines, despegó de Wichita, Kansas, con 64 personas a bordo. A las 20:48, cuando realizaba la aproximación al aeropuerto Ronald Reagan de Washington D.C., impactó contra un helicóptero Black Hawk del Ejército, en el que viajaban tres soldados.
Según un comunicado del Ejército, la aeronave militar realizaba una misión de entrenamiento nocturno. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, detalló que la tripulación era experimentada y que llevaban gafas de visión nocturna.
Fuentes citadas por CBS News indicaron que los investigadores buscan determinar por qué el helicóptero volaba en esa zona y a esa altitud en ese momento.
En grabaciones de la torre de control, un controlador le pregunta al helicóptero si tenía “a la vista” al avión Bombardier CRJ700 y le indica que “pase por detrás”. Segundos después, se escucha un estruendo y las dos aeronaves caen al río Potomac. “Acabo de ver una bola de fuego y desapareció”, dice un controlador en el audio.
Otro operador alertó de inmediato la emergencia: “Choque, choque, choque, esta es una alerta tres”.
Las bajas temperaturas del agua, en torno a 2°C, hacían prácticamente imposible la supervivencia de cualquier persona, según explicaron expertos en rescates.
Reacciones políticas tras la tragedia
El expresidente Donald Trump utilizó el accidente para lanzar una acusación política. Tras un minuto de silencio en honor a las víctimas, atribuyó la tragedia a los programas de diversidad impulsados por los gobiernos de Barack Obama y Joe Biden.
“Yo pongo la seguridad primero. Obama, Biden y los demócratas pusieron la política en primer lugar”, declaró. Luego agregó: “De hecho, salieron con una directiva: ‘Demasiado blanco’. Y nosotros queremos a la gente que es competente”, refiriéndose a la Agencia Federal de Aviación (FAA).
Cuando se le preguntó si culpaba a los programas de diversidad por la catástrofe, Trump admitió que “no lo sabía”, pero aseguró que la trayectoria del helicóptero “era increíblemente mala”.
Las declaraciones de Trump generaron un fuerte repudio. El exsecretario de Transporte, Pete Buttigieg, calificó sus palabras de “despreciables” y afirmó: “Mientras las familias están de luto, Trump debería liderar, no mentir”. También lo acusó de haber despedido a personal clave en la administración que ayudaba a mantener la seguridad en el transporte aéreo.
La peor tragedia aérea en EE.UU. en más de 20 años
Con 67 fallecidos, este accidente se convirtió en la peor catástrofe aérea en Estados Unidos desde noviembre de 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló poco después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
