Una pista que reaviva la investigación
Tras la absolución de Marcelo Macarrón, viudo de Nora Dalmasso, en 2022, la causa había quedado sin sospechosos. Sin embargo, la investigación persistió, con el cinto de la bata como pieza central. Este objeto contenía rastros genéticos que no pertenecían ni a la víctima ni a su esposo.
Según los peritajes previos, la víctima habría mantenido relaciones sexuales “semi consentidas”, y el ADN encontrado en el “arma homicida” sería clave para determinar la verdad detrás del asesinato.
El fiscal Jávega, en declaraciones previas, expresó: “Es importante poder darle una respuesta, aunque sea tardía, a una familia que sufrió una pérdida y todavía no sabe quién lo causó”. También enfatizó la necesidad de evitar que la prescripción del delito impida juzgar al responsable.
Reacción de la familia
La abogada de la familia Macarrón, Mariángeles Mussolini, opinó sobre las limitaciones legales: “Alcanzaría saber qué pasó. Habría una condena social, se va a poder saber quién es esa persona”. Agregó que si bien “la reparación no será integral”, esclarecer los hechos podría aliviar el “calvario que vivió la familia”.
Una noche fatídica
El asesinato ocurrió el 25 de noviembre de 2006. Nora, de 51 años, había cenado con amigas en un restaurante antes de regresar sola a su casa en el barrio Villa Golf, Río Cuarto. Su esposo, Marcelo Macarrón, estaba en Punta del Este participando en un torneo de golf; su hijo, Facundo, en Córdoba capital, y su hija, Valentina, en EE.UU. por un intercambio estudiantil.
En 2022, absolvieron a Marcelo Macarrón del cargo de autor intelectual del crimen de su esposa, Nora Dalmasso. (Foto: gentileza La Voz).
Al día siguiente, un vecino enviado por la madre de Nora descubrió su cuerpo en una escena perturbadora: tendida sobre la cama, con su Rolex aún en la muñeca y la bata de toalla alrededor de su cuello en doble vuelta con un lazo.
Hipótesis y frustraciones
Durante la investigación, se barajaron múltiples teorías y se imputó a cuatro personas: un falso amante, un pintor, el hijo de la víctima y su esposo. Sin embargo, la falta de pruebas contundentes dejó el caso sin resolución y expuso la intimidad de Nora.
Ahora, con este nuevo hallazgo, la búsqueda de la “verdad histórica” parece más cerca que nunca, aunque las barreras legales y temporales complican el panorama.
La casa donde ocurrió el crimen de Nora Dalmasso. (Foto: gentileza Clarín).
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