El presidente argentino Javier Milei reclamó enérgicamente la «liberación inmediata» de Nahuel Gallo, gendarme detenido en Venezuela, al que calificó como víctima de «las fuerzas de seguridad a cargo del dictador criminal Nicolás Maduro». Según denunció el mandatario, Gallo fue privado de su libertad injustamente mientras visitaba a su pareja e hijo en ese país.
La declaración tuvo lugar durante un acto de entrega de sables y medallas en el Colegio Militar, donde Milei destacó que su Gobierno «agotará todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina».
Además, el presidente aprovechó el evento para referirse a la relación entre el Estado y las Fuerzas Armadas, señalando que «otro de los legados nefastos de la casta ha sido fracturar la relación entre la política y nuestras queridas Fuerzas Armadas». Según Milei, esta fractura significó «perder años valiosos en el desarrollo de nuestras capacidades militares». Por ello, hizo un llamado a superar esa «triste página de la historia» y a construir un futuro en el que las fuerzas militares reciban «el respeto que se merecen».
En respaldo a la postura presidencial, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se pronunció sobre el caso Gallo. Durante una conferencia de prensa, aseguró: «Gallo va a volver a casa» y enfatizó que se tomarán las medidas «que tengan que tomar» para lograr su regreso.
El caso continúa siendo una prioridad para el Gobierno argentino, que busca intensificar la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro para obtener la pronta liberación del gendarme.
