La violencia se desató este lunes con dos episodios que reflejan la crudeza del crimen en la región. En Parque Oeste, una mujer de 52 años fue víctima de un intento de femicidio perpetrado por su hijo, mientras que en el barrio San Sebastián, de Puerto General San Martín, un hombre de 31 años fue asesinado a balazos en su propia casa.
Intento de femicidio en Parque Oeste
Elizabeth D., de 52 años, sufrió un ataque por parte de su hijo Fabricio R., de 24 años, tras una discusión en su vivienda del Fonavi de Pedro Lino Funes al 2100. El incidente ocurrió este lunes pasadas las 19 horas, cuando el joven tomó un cuchillo e intentó agredir a su madre en la cara y el cuello.
Durante el forcejeo, Elizabeth resultó con un corte en la mano izquierda y, al intentar huir, cayó al suelo, momento en el que su hijo le asestó tres puntazos en la pierna derecha. Con esfuerzo, logró salir de la vivienda y dejar a su agresor encerrado, aprovechando que este tiene dificultades motrices.
La mujer pidió ayuda en un centro de salud cercano, donde realizó la denuncia. Policías de la comisaría 33ª detuvieron a Fabricio bajo la carátula de "tentativa de homicidio agravada por el vínculo".
Acribillado en su casa en Puerto General San Martín
Horas antes, alrededor de las 15, Cristian Joel Barreto, de 31 años, fue acribillado a balazos en su casa de pasillo, ubicada a la altura del kilómetro 336 de la ruta 11, en el barrio San Sebastián. Según las primeras informaciones, al menos un gatillero lo emboscó y disparó una decena de veces al llegar a su vivienda.
Barreto sufrió heridas fatales en el abdomen, pierna y tórax, todas del lado izquierdo. Cuando la policía llegó al lugar tras los llamados al 911, encontraron a la víctima desvanecida. Los paramédicos confirmaron su fallecimiento en el lugar.
El fiscal Maximiliano Nicosia ordenó las medidas correspondientes. En la escena del crimen, los investigadores recolectaron 10 vainas servidas calibre 9 milímetros y dos plomos deformados. Testigos mencionaron que el atacante podría haber sido solo uno, aunque no pudieron aportar detalles sobre su identidad o medio de transporte.
Ambos casos están bajo investigación y reflejan la escalada de violencia que afecta a la región, generando preocupación entre los vecinos y las autoridades.