Ariel Holan, entrenador de Rosario Central, se encuentra ante un complejo desafío tras la derrota contra Racing. No solo necesita mejorar en el aspecto futbolístico, sino que también debe lidiar con una lista de ausencias significativas. Su misión será aprovechar al máximo los entrenamientos previos al duelo del próximo domingo frente a River Plate, programado para las 19:15 en el estadio Monumental.
El panorama para el Canalla no es alentador. Agustín Sández, Miguel Barbieri y Jonatan Gómez están fuera de consideración debido a sanciones: Sández fue expulsado por doble amarilla en el último partido, mientras que Barbieri y Gómez alcanzaron el límite de tarjetas acumuladas.
Además de estas bajas por suspensión, el equipo espera novedades sobre los lesionados. El defensor Facundo Mallo, quien sufrió un desgarro el pasado 4 de noviembre, parece ser el único con posibilidades concretas de regresar a la cancha. Otros jugadores, como Jaminton Campaz, Ignacio Malcorra y el juvenil Gaspar Duarte, continúan en recuperación, pero se considera poco probable que puedan estar disponibles para este compromiso, pese a la intensa semana de trabajo planeada.
En cuanto a los reemplazos, si Mallo logra estar en condiciones, su ingreso en lugar de Barbieri sería casi seguro. De lo contrario, Mauricio Martínez retrocederá para formar pareja con Juan Giménez en la zaga central. Para suplir la ausencia de Sández, el elegido será Alan Rodríguez, mientras que el vacío dejado por Gómez genera más opciones: Augusto Solari, Tomás O'Connor, Santiago Segovia y Kevin Ortíz pelean por un lugar en el once inicial.
Con este panorama, Holan tiene por delante una tarea ardua para confeccionar un equipo competitivo frente a un River que se presenta como un desafío mayúsculo.
