Milei y Caputo no irán a la convención de la UIA y crece la tensión por las medidas sobre comercio exterior. (Foto: Reuters/NA)
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo cancelaron su participación en la 30° Convención Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), programada para este martes en el Centro de Convenciones de Buenos Aires. A pesar de haber confirmado previamente su asistencia, ambos justificaron su ausencia por "cuestiones de agenda". En representación del Ejecutivo estará el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo.
Bajo el lema “Una industria productiva en un país competitivo”, el evento reunirá a gobernadores, empresarios y expertos nacionales e internacionales para abordar desafíos del sector y delinear estrategias que impulsen la competitividad y productividad.
En la convocatoria, la UIA destacó los logros del sector industrial, pero subrayó los problemas que afectan su desempeño: “La presión tributaria, los altos costos logísticos y energéticos, la falta de financiamiento, la superposición impositiva, las asimetrías regionales y la ausencia de políticas que incentiven la inversión nacional afectan directamente su competitividad”.
Además, el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, criticó recientemente al Gobierno por eliminar impuestos que benefician las importaciones. “Nadie le tiene miedo a la competencia, pero tiene que haber una cancha equilibrada. Pedimos las mismas condiciones”, afirmó, haciendo hincapié en la necesidad de reglas claras para proteger la producción local.
La tensión se intensificó luego de que el Gobierno anunciara que dejará de cobrar el 95% del anticipo del Impuesto PAIS para importadores, una medida que los industriales consideran perjudicial para la industria nacional.
El malestar no es nuevo. En septiembre, durante el Día de la Industria, Milei acusó al sector de depender del Estado: “Para proteger a la industria se le robó al campo y esa protección lo único que generó fue un sector industrial adicto al Estado”, afirmó. También criticó las políticas de protección estatal, alegando que terminaron “perjudicando directamente a gran parte de la propia industria”.
El encuentro de este martes se presenta como un escenario crucial para discutir estas tensiones, aunque la ausencia de los máximos representantes del Ejecutivo marca un punto álgido en la relación entre el Gobierno y los empresarios.
