En medio de un clima de tensión, empleados de Aguas Santafesinas, bajo el sindicato de Obras Sanitarias, protagonizaron incidentes frente a la sede de la empresa estatal en la calle Salta al 1400, como parte de un paro de 48 horas. La medida, que concluirá el jueves, responde al rechazo de despidos y traslados que el gremio califica como "arbitrarios" y sin justificación.
“Entre jubilaciones, despidos y renuncias, hay 100 puestos menos y no alcanzan los trabajadores para brindar el servicio”, denunció Silvio Barrionuevo, secretario general del gremio, quien además exigió el pago de becas para los hijos de los empleados, la correcta aplicación del artículo 31 del Convenio Colectivo de Trabajo 885/07, que prevé una bonificación especial por eficiencia, y el cumplimiento del artículo 49 sobre compensaciones por desafectación de tareas. Otro de los reclamos es la realización de exámenes médicos periódicos, establecidos por la ley 24.557.
Desde el Gobierno provincial, el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, respondió a las acusaciones del sindicato y explicó que las suspensiones que motivaron el paro se deben a “personal alcoholizado o al uso indebido de vehículos del Estado”. Para Puccini, el sindicato está defendiendo "cosas indefendibles" en lugar de buscar el diálogo.
Barrionuevo replicó que la medida de fuerza es razonable y agregó que “hace meses que venimos sufriendo un amedrentamiento terrible” y que percibe una "persecución laboral intensa por ser afiliado a un sindicato".