Por falta de quórum, los bloques más enfrentados al oficialismo en la Cámara de Diputados no consiguieron tratar la derogación del DNU 846 que habilitó el canje de deuda sin el aval del Poder Legislativo.
El escenario fue negativo para Unión por la Patria (UxP), Democracia para Siempre, Encuentro Federal (EF) y Por Santa Cruz, que impulsaron la sesión especial para hacer caer el decreto sobre la deuda. Hubo 119 legisladores presentes y 138 ausentes.
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Ante la falta de un avance en las negociaciones, a los gobernadores les convenía contribuir a anular ese DNU para que el Gobierno se viera obligado a discutir el Presupuesto 2025. No obstante, este argumento no convenció a todos los mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC) y provinciales.
En pleno tironeo con la Casa Rosada por el Presupuesto, los mandatarios provinciales “aliados” decidieron no llevar la disputa al extremo para no obturar las posibilidades –todavía imprecisas- de reanudar las negociaciones con el Gobierno.
El ministro de Economía, Luis Caputo, también se expresó sobre la importancia del DNU 846, al considerar que este le permite renegociar la deuda sin pasar por el Congreso.
Por su parte, el bloque Unión por la Patria -uno de los convocantes- tuvo seis deserciones, cuatro de los cuales responden al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil. Tampoco dieron quórum Eugenia Alianiello (Chubut) y Ricardo Daives, que responde al gobernador Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
El diputado Carlos Heller, de Unión por la Patria, lamentó la falta de quórum para considerar el DNU, señalando: “Lamentamos profundamente que no tuvimos el quorum para considerar este DNU que tiene implicancias muy graves para nuestro país en lo que hace a las posibilidades de endeudamiento y a las facilidades que se le otorgan al Poder Ejecutivo para actuar de manera discrecional.”
Heller continuó: “Esto va a tener consecuencias severas, en tanto el DNU modifica también el DNU 331 de 2022 que preveía condiciones para realizar canje de deuda en moneda nacional. El decreto de Milei invita a pensar si es tan urgente la necesidad de flexibilización de esas condiciones para que el Tesoro pueda realizar canjes. O bien, hay una convicción de que no habrá Presupuesto y el Ejecutivo quiere hacerse de estas facultades.”
El diputado Nicolás Massot, de Encuentro Federal, también se refirió a la caída de la sesión: “Yo no creo que haya nadie acá esté discutiendo la necesidad de que el Ejecutivo, con una deuda como la Argentina, tenga alguna flexibilidad para gerenciar sus pasivos. Eso está muy bien, sin embargo esta redacción es discrecional al extremo y oculta conflictos de intereses.”
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Por otro lado, los diputados de la UCR, el PRO y otros bloques opositores intentaron que en la sesión especial de la Cámara Baja avanzara el proyecto de Democracia Sindical, conocido como reforma sindical. Los legisladores buscaban que se vote a favor de una interpretación del reglamento.
“Para que no quede dudas de que vamos a aplicar siempre el reglamento, sea a favor de intereses de uno u otro partido, vamos a dar cumplimiento con el mismo siempre. Se cumplió el tiempo, ha fracasado la sesión,” afirmó el presidente de la Cámara, Martín Menem.
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El diputado Martín Tetaz (UCR) fue el que impulsó la discusión de una reforma y democratización sindical, sin dictamen previo de comisión. El legislador radical propone que las “asociaciones sindicales garantizarán la efectiva democracia interna” y que sus estatutos deberán “garantizar una fluida comunicación entre los órganos internos de la asociación y sus afiliados.”
Días atrás, en la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, ambos bloques quedaron a un solo voto de conseguir la aprobación del dictamen del proyecto de Democracia Sindical: los impulsores de la iniciativa reunieron 15 firmas, pero se necesitaban 16 (la mitad más uno del total de miembros de la comisión) para que el proyecto pudiera llegar al recinto.