Dos nuevos casos de dengue fueron confirmados esta semana en Rosario, marcando el inicio del brote en la ciudad. Ambos contagios son autóctonos, ya que ninguno de los afectados tiene antecedentes de viaje a zonas donde el virus es endémico. Los pacientes son una joven de 24 años, residente en la zona noroeste, y un hombre de 83 años de la zona sudoeste, según informó la secretaria de Salud Pública municipal, Soledad Rodríguez. “Marcamos el inicio del brote, y que tengamos casos autóctonos significa que el virus ya circula por nuestra ciudad”, afirmó Rodríguez.
La joven se encuentra internada en el Hospital Carrasco, donde evoluciona favorablemente tras sufrir vómitos y fuertes dolores abdominales. Por su parte, el hombre de 83 años presentó un cuadro leve que no requirió hospitalización. Ambos casos han sido confirmados por laboratorio, detalló la funcionaria.
“Estas personas no tienen antecedentes de haber viajado fuera de la provincia ni del país y tienen un diagnóstico confirmado por laboratorio”, señaló Rodríguez. También agregó que en los barrios donde residen los pacientes no se registraron brotes significativos en temporadas previas, lo que, según ella, podría ser un indicio del impacto positivo del saneamiento ambiental. Sin embargo, no se pudo confirmar si los pacientes habían recibido la vacuna contra el dengue.
El 15 de noviembre pasado, se reportó en la ciudad el primer caso de dengue de la temporada, un contagio “importado”. En este caso, un hombre de 60 años contrajo el serotipo DEN-1 tras regresar de un viaje a la India. El paciente fue tratado de manera ambulatoria y experimentó síntomas leves.
Los especialistas advierten que, de los cuatro serotipos del virus, el DEN-2 es el más asociado a cuadros graves. No obstante, cualquier serotipo puede derivar en complicaciones severas o incluso en la muerte. Los síntomas comunes incluyen dolor retroocular, erupciones en la piel, dolores corporales y decaimiento extremo. En casos graves, puede haber vómitos persistentes, sangrados, y dolor abdominal intenso. Durante la etapa crítica, las 24 a 48 horas posteriores al inicio de los síntomas pueden ser letales, por lo que es imprescindible buscar atención médica.
Medicina natural y controversias sobre el uso de hojas de mamón
En algunos contextos de medicina natural, se ha investigado el uso de hojas de mamón (Carica papaya) como un posible tratamiento para el dengue. Según algunos estudios, el extracto de esta planta podría aumentar el recuento de plaquetas en pacientes afectados por la enfermedad. Sin embargo, expertos advierten que los efectos adversos aún no se conocen, por lo que no se recomienda su uso rutinario.
En Paraguay, la botánica Rosa Regen, de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), explicó el uso popular de estas hojas: “Se machaca, se hierve y se bebe”, describió sobre una preparación común con 200 a 250 mililitros de agua. A pesar de esto, el sitio Chequeado destacó que “no hay evidencias científicas concluyentes de que pueda ser utilizado como un tratamiento efectivo”.
En Rosario, el mamón forma parte del arbolado urbano y también se cultiva en patios, aunque es menos común que en el norte de Santa Fe debido a las diferencias climáticas.
El brote actual pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de prevención y control del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, especialmente en las zonas urbanas.