Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa han mantenido encuentros secretos para abordar la estrategia electoral y judicial del peronismo en un contexto de tensiones internas crecientes. Estos encuentros, que comenzaron con un almuerzo el 24 de octubre en la sede del Banco Provincia, se centran en ordenar una interna peronista desbordada, con Máximo Kirchner notablemente ausente por diferencias con Kicillof.
Durante las reuniones, Massa presionó a Kicillof con demandas específicas relacionadas con la Justicia y la planificación electoral. “Loco, tenés que resolver ahora, si no el año que viene es demasiado tarde”, habría dicho Massa, buscando avanzar en proyectos clave como la suspensión de las PASO en la Provincia de Buenos Aires.
La iniciativa de suspender las PASO en 2025 ya ha tomado forma legislativa con un proyecto presentado por Rubén Eslaiman, del Frente Renovador, argumentando el costo económico en medio de la crisis. En paralelo, el Gobierno envió un proyecto similar al Congreso, generando especulaciones sobre posibles acuerdos con sectores como La Libertad Avanza.
En el ámbito judicial, destaca el impulso de Kicillof para nombrar 200 funcionarios en la Justicia bonaerense, mientras en el Senado se debate el futuro de candidatos clave. Ariel Lijo, apoyado por sectores peronistas, es objeto de negociación, mientras Cristina Kirchner exige la designación de una jueza en lugar de Manuel García-Masilla. “Está todo roto. No hay vuelta atrás. Ni de un lado, ni del otro”, reconoció una fuente sobre la relación entre Kicillof y La Cámpora, exacerbada por conflictos municipales como el de Quilmes.
En el horizonte político, se especula con movimientos estratégicos como el desdoblamiento de elecciones en la Provincia de Buenos Aires y posibles candidaturas de CFK al Senado por CABA o de Massa como diputado. Sin embargo, cerca de Massa desestiman estas versiones por prematuras y arriesgadas. “Malísimo. No sé de dónde sale eso. Hoy es todo imaginación”, señalan allegados al excandidato presidencial.
Mientras los libertarios y peronistas ajustan sus jugadas en los frentes judicial y electoral, la interna del oficialismo sigue marcando un camino incierto hacia 2025.
