Organizaciones sociales se movilizan contra el hambre en todo el país

Este martes, diversas organizaciones sociales, lideradas por la Corriente Clasista y Combativa, realizaron una jornada de protesta con ollas populares en distintas ciudades del país, denunciando el aumento de la pobreza y el hambre. En Rosario, la concentración principal tuvo lugar frente a la sede de la Ansés, en la intersección de Rioja y Sarmiento, donde los manifestantes expresaron su rechazo a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei.

Uno de los momentos más llamativos de la manifestación fue la instalación de una "ruleta del hambre", en la que la imagen del presidente Milei fue utilizada en una parodia que hacía referencia a la película Los Juegos del Hambre.

Melisa Molina, representante del Polo Obrero, declaró durante el evento: “Acá visibilizamos que el 50% de la población sufre el hambre”. Además, denunció la situación crítica de los comedores populares: “Hay 25 millones de personas pobres, crece día a día la demanda en los comedores y el gobierno de Milei no entrega comida. Así, crece la estigmatización y las causas falsas contra las organizaciones”.

Según Molina, el Polo Obrero gestiona 20 comedores en Rosario, donde reparten aproximadamente 19.000 raciones de comida mensualmente. Ante las acusaciones del gobierno sobre la existencia de “merenderos fantasmas”, Molina respondió: “Lo de los merenderos fantasmas que plantea el gobierno es todo mentira”. Asimismo, aseguró que no han recibido ningún tipo de empadronamiento por parte de las autoridades y que están dispuestos a que se inspeccionen sus instalaciones: “Queremos que vengan a ver en las condiciones en las que trabajamos”.

Por otro lado, Eduardo del Monte, referente de la Corriente Clasista y Combativa, se sumó a las críticas, refiriéndose a la persecución policial a trabajadores informales: “Este gobierno corta la obra pública, empobreció a la clase media, y encima al que sale a buscar changa la policía lo pone contra la pared”.

Las protestas forman parte de una creciente ola de descontento social frente a las políticas económicas del gobierno, que según los manifestantes, agravan las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.