Un creciente descontento ha surgido entre los efectivos de la Policía Federal que se encuentran en Rosario, enviados por el Ministerio de Seguridad de la Nación para enfrentar la alarmante ola de violencia asociada al narcotráfico. Los uniformados, que suman alrededor de 250, han denunciado que están mal remunerados, viven en condiciones de hacinamiento y carecen de un trato digno.
Los miembros de la fuerza compartieron con la agencia Noticias Argentinas las difíciles circunstancias que enfrentan durante su estancia en la ciudad. “Desde el viernes pasado el hotel donde estamos se rompió la bomba y estamos sin agua, por lo que tenemos que caminar dos cuadras para ir a otro hotel a buscar agua y bañarnos. Tenemos que ir de a dos y se tarda entre una y dos horas”, señalaron.
Las comisiones de la Policía Federal se renuevan semanalmente, y durante esos siete días, los efectivos reciben un total de 80 mil pesos. Sin embargo, aunque el gobierno de Santa Fe cubre la estadía, los policías solo pueden almorzar y cenar, sin posibilidad de repetir un plato. “Si queremos merienda o desayuno lo tenemos que pagar de nuestro bolsillo y con lo que nos pagan no hacemos nada. No nos alcanza”, lamentaron. Antes, se incluía el desayuno y se permitían repeticiones en las comidas, pero esas condiciones han cambiado, dejando a los policías solo con agua durante las comidas.
A pesar de los 80 mil pesos que reciben, su pago se efectúa 48 horas después de su regreso a Buenos Aires, lo que obliga a los efectivos a gestionar con su propio dinero. “Ningún policía quiere venir por lo mal que pagan. Un policía que hace 12 horas de adicional gana 80 mil pesos por día. Esto es una miseria y las condiciones son espantosas”, manifestaron.
La limpieza de las habitaciones también ha sido objeto de quejas, ya que se realiza solo una vez por semana. Además, mencionaron que en otro hotel donde se alojan los policías federales que llegan del interior, la situación es aún más precaria, con seis o siete compañeros por habitación.
Los uniformados también expresaron su frustración al ser etiquetados como “los rebeldes” y “lo peor de todo”. “Nadie sabe lo que padecemos cuando venimos, como nos basurean y cómo vivimos en Rosario. Nuestros jefes, como no viven como nosotros, no se preocupan, y el Ministerio de Seguridad de la Nación tampoco hace nada”, denunciaron.
A esta situación se suma la llegada de personal de Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a la ciudad.
En términos económicos, entre enero y marzo de 2024, el gobierno de Santa Fe ya había desembolsado más de 410 millones de pesos al Ministerio de Seguridad de la Nación, liderado por Patricia Bullrich, por el despliegue de fuerzas federales en Rosario en su lucha contra el narcotráfico. Este acuerdo, que se renueva cada cinco meses, ha llevado a que Santa Fe asuma ciertos gastos a cambio de la llegada de efectivos federales, cuyo número pasó de 575 a 1.000.
Desde noviembre de 2023 hasta marzo de 2024, el costo del operativo ascendió a 560.808.473,40 pesos. A raíz del aumento de la violencia, en marzo se estableció un pago semanal de aproximadamente 46.444.450 pesos, alcanzando un total de cerca de 185.777.800 pesos durante ese mes, cifra que fue ajustada debido a la inflación en el país, según informaron fuentes del gobierno santafesino.