El pasado sábado por la noche, un grupo de ladrones ingresó a una vivienda en Fisherton, ubicada en Los Podestá al 8800. Los delincuentes rompieron una persiana y eludieron el sensor de la alarma para llevarse dinero en efectivo y objetos de valor. La propietaria, que había salido de su hogar minutos después de las 20, relató a los medios: “Rompieron la persiana de una manera que no sonó el sensor de la alarma”. A pesar de contar con medidas de seguridad, como rejas y alarmas, los ladrones lograron entrar y acceder también a la vivienda de su hermano, llevándose más pertenencias.
“Tengo miedo. Rompieron puertas y persianas, se llevaron hasta las lamparitas del patio para que esté todo apagado. No quiero estar sola”, confesó la dueña, quien ahora teme por su seguridad.
El mismo fin de semana, el domingo a la noche, un hombre de 35 años fue asesinado a balazos en el barrio La Lagunita, zona oeste de la ciudad. La víctima, identificada como Jonatan Alfredo Rodríguez, fue atacada por dos personas tras una discusión en la vía pública. Primero lo golpearon, y luego le dispararon en siete ocasiones. Los atacantes huyeron a pie, abandonando el Chevrolet Corsa en el que se trasladaban.
“Hay tareas investigativas en curso”, informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA), mientras se relevan cámaras de seguridad y se realizan peritajes en la escena del crimen. El caso quedó a cargo del fiscal Adrián Spelta, quien ordenó la autopsia del cuerpo y la investigación de posibles motivaciones detrás del homicidio.
Ambos hechos reflejan la creciente inseguridad en Rosario, dejando a los vecinos preocupados por su seguridad.
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