Incidentes en el Gigante de Arroyito: el gobierno admite fallos en el operativo policial

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 El director de Seguridad en Eventos Masivos de la provincia de Santa Fe, Fernando Peverengo, se refirió este martes a los graves incidentes ocurridos el pasado domingo durante el partido entre Rosario Central y Banfield. La situación se tornó peligrosa cuando, desde una de las tribunas del estadio Gigante de Arroyito, se lanzó una bomba de estruendo que explotó cerca del arquero del equipo visitante, Facundo Sanguinetti, quien afortunadamente no resultó herido. A pesar del incidente, el partido continuó y terminó con un empate 1 a 1.

El hecho no terminó allí. Posteriormente, en la misma tribuna, fue desplegada una bandera con la leyenda “No respetamos a nadie”, atribuida a la banda narcocriminal Los Monos, y se vieron camisetas en homenaje al "Gordo Samu", yerno de Guille Cantero, asesinado una semana antes.

Peverengo explicó que “estamos trabajando en la identificación de los responsables, tomando toda la información, siendo cautelosos y utilizando herramientas formales”. Además, señaló que el Ministerio de Seguridad está reforzando las medidas contra el uso de pirotecnia en los estadios, dado que, en el pasado, los hinchas de Rosario Central tenían esta práctica como una especie de tradición festiva. “Eso no está pasando desde hace tres partidos, pero debemos ajustar los cacheos preventivos para evitar estas situaciones”, añadió.

En cuanto a la bomba de estruendo, Peverengo indicó que la persona que la arrojó no ha sido identificada porque llevaba una máscara, lo que dificulta la labor de las cámaras de seguridad. “Estamos tratando de ponerle nombre a esa cara y llevar el caso ante la Justicia para aplicar el derecho de admisión”, explicó.

No es el único incidente reciente en la provincia. En la ciudad de Santa Fe, antes del partido de Unión contra Huracán, se produjeron enfrentamientos entre facciones de la barra brava, lo que llevó a que el gobierno provincial sancionara al club, prohibiendo a sus hinchas llevar banderas y bombos hasta el final del torneo.

El gobierno busca aplicar “uniformidad de criterios en toda la provincia”, según Peverengo, quien destacó que en Santa Fe hubo una intervención rápida de la policía, logrando la detención de los responsables, mientras que en Rosario se continúa trabajando para identificar a los involucrados.

La gravedad de estos hechos ha encendido las alarmas en el ámbito de la seguridad deportiva, mientras las autoridades avanzan en las investigaciones para evitar que situaciones similares se repitan.

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