En la tradición del asado argentino, las achuras ocupan un lugar destacado como un deleite previo al plato principal. Estos cortes, que incluyen vísceras y menudencias de la vaca, son tan esenciales como sabrosos, y su popularidad en las parrillas del país es innegable. En el marco del Día Nacional del Asado, celebrado cada 11 de octubre, se realizó un estudio que revela cuáles son las achuras preferidas por los argentinos.
Un informe de la Carrera de Nutrición de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) reveló que el chorizo es la opción favorita, elegido por el 85,6% de los encuestados. Aunque técnicamente no es una achura —ya que se elabora con carne picada y especias—, el chorizo es parte indispensable de cualquier parrillada en Argentina.
Le sigue la morcilla, seleccionada por el 76,9% de los argentinos. En el mundo de la parrilla, cuando el chorizo y la morcilla se sirven juntos, se les conoce cariñosamente como el "matrimonio". El tercer puesto es para los chinchulines, con un 67,9%, mientras que las mollejas también gozan de popularidad, alcanzando la misma cifra. Por otro lado, el riñón es el menos preferido, con un 46,7%, y la tripa gorda no figuró entre las opciones más elegidas.
Las achuras más destacadas del asado argentino
Chinchulines
Se trata de los intestinos delgados de la vaca, una joya crocante del asado cuando se cocinan a la perfección. Los chinchulines, con su sabor intenso, a menudo se disfrutan con un toque de limón que realza su singular textura y sabor.
Mollejas
Conocidas como una verdadera delicatessen, las mollejas —las glándulas de la garganta— se destacan por su suavidad y sabor untuoso. Acompañadas con sal, limón o un chimichurri suave, son una delicia que muchos valoran en la parrilla.
Riñones
De sabor fuerte y textura tierna cuando se cocinan correctamente, los riñones son un manjar para quienes aprecian los sabores intensos. Sazonados con hierbas y limón, logran un equilibrio que los convierte en una opción especial.
Morcilla
Aunque se clasifica más como un embutido que como una achura, la morcilla no puede faltar en una parrillada. Su suavidad y ligero toque dulce la convierten en una de las favoritas de la mesa, ya sea en su versión más especiada o más suave.
Tripa gorda
Menos popular que los chinchulines, pero igual de valorada por algunos, la tripa gorda requiere más tiempo de cocción. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro ofrece una experiencia única para los amantes de las achuras más intensas.
En la parrilla argentina, las achuras no son simplemente un aperitivo: son una tradición que une generaciones en torno al fuego.