El contexto socioeconómico en el que se desarrolla la maternidad es crucial para entender las profundas desigualdades que enfrentan las mujeres en Argentina. Un reciente informe del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral expone cómo las condiciones económicas afectan a las madres de sectores vulnerables, acentuando desigualdades en salud, educación y crianza.
El estudio revela que "el 20% de las madres de sectores vulnerables tiene entre 15 y 19 años, en comparación con apenas un 1,3% en los sectores de mayores ingresos." Esta situación de temprana maternidad se asocia no solo con mayores niveles de estrés, sino también con limitadas oportunidades educativas y laborales, perpetuando así un ciclo de pobreza. En este contexto, el 90% de las madres de sectores bajos experimenta “estrés maternal”, un fenómeno que afecta tanto a su salud como al desarrollo de sus hijos.
Además, el informe destaca que la ausencia paterna agrava la situación, ya que “8 de cada 10 hogares en sectores de bajos ingresos son monoparentales.” Solo el 5,3% de los padres en estos sectores acompañó a la madre en la última consulta médica de sus hijos, lo que contribuye a la sobrecarga emocional y física que enfrentan las madres, quienes deben satisfacer todas las necesidades educativas y emocionales de sus hijos.
En un tono de reflexión, coincidiendo con el Día de la Madre, se discute cómo las mujeres deben equilibrar su carrera profesional con el papel de madre. La presión por ser "una madre perfecta" puede resultar abrumadora, y muchas mujeres buscan establecer límites claros para proteger su tiempo y energía. La iniciativa “La trama del cuidado”, desarrollada por Grow Género y Trabajo, busca visibilizar la división sexual del trabajo no remunerado que históricamente ha recaído sobre las mujeres.
A pesar de que Argentina tiene una de las leyes de licencias por maternidad más cortas de la región, con solo 90 días de licencia, algunas empresas comienzan a implementar políticas más inclusivas. Programas como “Bebé a Bordo” (BOB) promueven un entorno laboral equitativo, permitiendo que tanto madres como padres puedan disfrutar de licencias con goce de sueldo. "En Henkel Argentina creemos que las empresas deben crear un espacio de contención," afirma María José Farfán, gerenta de Recursos Humanos.
El informe de la Universidad Austral subraya la necesidad de políticas públicas que aborden las brechas en salud y educación para las madres vulnerables, al mismo tiempo que se requieren prácticas empresariales que reconozcan la importancia de la corresponsabilidad parental. “La educación es esencial para el desarrollo integral de la mujer,” sostiene Lorena Bolzon, decana del Instituto de Ciencias para la Familia, enfatizando que las intervenciones deben ser preventivas para asegurar un futuro mejor para las próximas generaciones.
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