Un agente policial fue detenido este martes en pleno cumplimiento de sus funciones, tras ser señalado como el principal sospechoso de haber facilitado el ingreso de teléfonos celulares a los reclusos alojados en la comisaría 5ª, ubicada en Italia al 2100, en la ciudad de Rosario. La investigación, impulsada por la fiscal Karina Bartocci, concluyó que el policía habría recibido dinero a cambio de esta actividad ilícita.
El procedimiento fue ejecutado por la División de Asuntos Internos, quienes actuaron rápidamente para detener al oficial. El operativo incluyó la detención del sospechoso en su lugar de trabajo y un allanamiento simultáneo en su domicilio en Rosario. Según fuentes cercanas al caso, el policía es originario de una localidad del norte de Santa Fe, aunque actualmente reside en la ciudad.
El agente será imputado la próxima semana en una audiencia en el Centro de Justicia Penal, donde enfrentará cargos por cohecho y por facilitar el ingreso de teléfonos móviles a la comisaría. La gravedad de los hechos ha generado preocupación en la comunidad, dada la vulnerabilidad que implica la posible conexión entre los reclusos y el exterior.
Durante el allanamiento en la residencia del detenido, los efectivos policiales incautaron varios teléfonos celulares, una balanza de precisión y cartuchos de diferentes calibres. Estos elementos serán utilizados como evidencia en la causa que se le imputa, añadiendo más peso a las acusaciones que enfrenta.
El caso está siendo seguido de cerca por las autoridades, quienes buscan esclarecer si este incidente es un hecho aislado o si existe una red de corrupción más amplia dentro de la comisaría. Mientras tanto, el oficial se encuentra en libertad, pero bajo vigilancia, hasta la fecha de la audiencia imputativa.
