Vista aérea del Río Pastos Chicos que los habitantes a veces deben usar como fuente de agua para beber, aunque contenga arsénico de forma natural. Foto: Lucila Pellettieri, Global Press Argentina.
En el árido altiplano de la provincia de Jujuy, a más de 3,700 metros sobre el nivel del mar, los habitantes de la Puna observan con desesperación cómo sus ríos, pozos y vegas se secan. El polvo y el sol dominan el paisaje, mientras surrealistas piletas de agua turquesa, utilizadas para la extracción de litio, salpican la tierra.Hace más de una década, las comunidades originarias de la región aceptaron que las compañías Minera Exar y Sales de Jujuy comenzaran a explotar litio en sus tierras, con la promesa de empleo y desarrollo. Sin embargo, el precio a pagar ha sido la pérdida de sus fuentes de agua, vital para mantener sus cultivos, su ganado e incluso para su propia supervivencia.
Estanques de evaporación en la mina de litio, Sales de Jujuy SA. Foto: Milena Pellettieri para GPJ.
"Nos vamos a morir sin reservas de agua", afirma Reinaldo Luzco, de 75 años, cuyo pozo se secó hace tres años. Hoy depende de la caridad de los vecinos o, en casos extremos, de beber agua del contaminado Río Pastos Chicos, que contiene arsénico en niveles peligrosos, superando hasta 1,400 partes por millón, según la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de los intentos de Global Press Journal de contactar a las empresas mineras responsables, no se obtuvo respuesta. Mientras tanto, el gobierno de Jujuy niega que la minería de litio sea la causa del agotamiento del agua, asegurando que "el agua para consumo local proviene de otras fuentes no afectadas por los proyectos mineros". Sin embargo, estudios independientes contradicen esta versión, señalando que la extracción masiva de salmuera y agua industrial por parte de las minas está directamente relacionada con la sequía en la zona.
El ingeniero ambiental Walter Díaz Paz, del CONICET, señala que la actividad minera ha secado pozos y afectado la disponibilidad de agua para las comunidades locales. Este fenómeno ha aumentado la preocupación, ya que Argentina tiene uno de los mayores depósitos de litio en el mundo, y la demanda global no deja de crecer. La administración del presidente Javier Milei ha impulsado políticas para facilitar la expansión de esta industria, a pesar del costo ambiental que supone para las regiones afectadas.
La extracción de litio, considerado el "oro blanco del siglo XXI", implica bombear la salmuera subterránea desde los salares a enormes piletas de evaporación, donde se procesa durante dos años hasta obtener carbonato de litio, utilizado en baterías para autos eléctricos y dispositivos tecnológicos. En 2023, las compañías extrajeron más de 12,200 millones de litros de salmuera y 3,700 millones de litros de agua dulce para sus operaciones, una cifra que supera por 31 veces el consumo anual de agua de los habitantes de Susques.
María Norma Vasquez, residente local, lucha a diario con las constantes interrupciones del servicio de agua. Rodeada de bidones y baldes, lamenta que a menudo no tiene agua ni para las necesidades básicas como lavar la ropa o mantener la higiene. "A veces no tenemos ni para limpiar", expresa.
La situación ha llevado a las comunidades locales a tomar medidas. En 2015, un grupo de 33 comunidades originarias creó el Kachi Yupi, un protocolo que exigía a las empresas mineras respetar la cultura indígena y someterse a procesos de consulta antes de iniciar operaciones. Sin embargo, la reforma constitucional exprés aprobada en Jujuy en junio de 2023, que permite la expropiación de tierras fiscales para proyectos mineros, ha debilitado aún más su posición.
Mientras tanto, las minas continúan expandiéndose y las oportunidades de empleo crecen, aunque, como señala un residente que prefirió mantener el anonimato, "puede que hayamos hecho mal al permitir que entraran". Por su parte, el gobierno provincial insiste en que el desarrollo minero es la única vía para mejorar la calidad de vida en la región. "El desarrollo lamentablemente impacta el ambiente. La minería es una más", admite Pablo Bergese, coordinador de sostenibilidad minera de Jujuy.
María Norma Vasquez posa para un retrato junto a los envases de agua en su patio. Foto: Lucila Pellettieri, Global Press Argentina.
Sin embargo, para muchos como José Sajama, líder comunitario en Abra Pampa, la minería ha traído más perjuicios que beneficios. "Se han desarrollado minerales en buena parte de la Puna, y ¿por qué la gente sigue pobre?", cuestiona.
Miembros de los pueblos originarios de Jujuy y sus simpatizantes realizaron protestas y marchas contra la reforma constitucional de la provincia en Buenos Aires. Fotos: Lucila Pellettieri, Global Press Argentina.
La pugna entre la industria del litio y las comunidades locales continúa, con las fuentes de agua como principal campo de batalla.
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