Este miércoles, el cielo argentino fue escenario de un fenómeno astronómico impresionante: un eclipse solar anular que generó un llamativo "anillo de fuego", visible con claridad en distintas regiones, especialmente en la Patagonia. Este tipo de eclipse ocurre cuando la Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol, pero debido a su distancia, no lo cubre por completo, dejando visible un brillante aro alrededor de la sombra lunar.
El evento astronómico tuvo una duración de unos siete minutos, siendo el atardecer en la provincia de Santa Cruz el momento clave para apreciarlo. Aunque la oscuridad total característica de los eclipses no se presentó en esta ocasión, ya que la Luna no tapó por completo el Sol, aproximadamente el 96% de la superficie solar quedó oculta, lo que permitió disfrutar del fenómeno.
"La mejor ubicación para disfrutar del eclipse era Puerto San Julián, en Santa Cruz," comentaron especialistas, resaltando las condiciones favorables de la región, como la baja contaminación lumínica y un clima despejado típico de octubre. Estas características hicieron de la provincia un lugar privilegiado para observar este espectáculo natural.