En medio de las tensiones entre el Gobierno y los sindicatos, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, continúa avanzando con una reforma laboral que ha generado una fuerte oposición. Mientras otros sectores del gobierno buscan negociar con la CGT, Sturzenegger reafirma su postura inflexible: la normativa se implementará tal como fue sancionada en el Parlamento, sin modificaciones.
Entre los puntos más polémicos de la reforma se encuentran el "fondo de cese", que sustituirÃa las indemnizaciones por despido, la figura del "colaborador independiente" sin derechos a vacaciones pagas ni aguinaldo, y la restricción del derecho a huelga.
Sturzenegger, en su habitual estilo autónomo, ha dejado claro que no cederá ante las presiones sindicales. En una reciente entrevista con el asesor económico de Javier Milei, Miguel Boggiano, reiteró su compromiso con la implementación total de la ley, defendiendo la necesidad de adaptar el sistema laboral a las caracterÃsticas de cada industria. Según él, "es la reforma más importante del mercado laboral en décadas".
El ministro también aprovechó la ocasión para criticar el tamaño del Estado, argumentando que "el Estado atrasa" y necesita un profundo achicamiento. Subrayó la importancia de su cartera, sin precedentes en el paÃs, cuyo objetivo es "eliminar leyes para liberar a los argentinos y a los productores".
Además, Sturzenegger presentó un punto de vista controvertido sobre los salarios. Afirmó que uno de los mayores costos en Argentina es el Estado, que "detrae recursos" que podrÃan utilizarse para pagar mejores sueldos si no fuera necesario financiarlo a través de altos impuestos. Según él, "Estado grande es salarios bajos en el sector privado. Es una obviedad".
En su crÃtica habitual al peronismo, Sturzenegger lo calificó como "el gestor del modelo de castas" que protege a empresas y sindicatos mientras "los argentinos están ahogándose".
Desde la CGT, uno de los puntos más preocupantes de la reforma es la generalización del sistema de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), que sustituye las indemnizaciones por un fondo de cese laboral. Aunque este mecanismo es aceptado por la CGT siempre que cada gremio pueda decidir si lo implementa o no, existen fuertes objeciones a la figura del trabajador independiente y a la causal de despido por bloqueo a empresas. "La redacción de los artÃculos es muy imprecisa, va a traer muchos inconvenientes, incluso judicialización", advierten desde la central obrera.
