Rosario, 7 de agosto de 2024 - La interna en Newell’s no da tregua. Este miércoles, y a un día del banderazo previo al clásico de fútbol rosarino, se llevó adelante una audiencia imputativa contra Leandro Pollo Vinardi —ladero de Ariel Guille Cantero y quien desde intramuros comanda la barra brava—, su pareja Sabrina Ivana Barrias, su hijastro Emir Rodríguez y el señalado jefe del paravalancha del club del Parque Luciano Román Gallardo. Durante la audiencia, la Fiscalía imputó por distintos hechos de extorsión a la dirigencia del club a cambio de sumas millonarias y la balacera a una dirigente. Habló sobre lo que ocurre en el club con la barra y los aprietes y pagos que hizo la dirigencia para contener al grupo que agita en el paravalanchas.
La Fiscalía, a cargo de Federico Rébola y Franco Carbone en este caso, imputó a Vinardi como instigador. Dijo que junto a Gerardo Dibu G. idearon y llevaron a cabo maniobras extorsivas que generaron un perjuicio patrimonial a Newell’s. Le reclamaban al presidente Ignacio Astore sumas millonarias.
Puntualmente le achacaron el reclamo de dinero tras la disputa de un partido entre Newell’s y Godoy Cruz de Mendoza, disputado el 27 de agosto de 2022 en la ciudad. Newell’s perdió el partido y allegados a los imputados cruzaron a los jugadores y al cuerpo técnico de ese momento en el playón del estadio y les robaron una campera deportiva a uno de ellos. Ante esta situación, la dirigencia entregó medio millón de pesos a la barra brava. Después de cada partido que se disputaba, el pago fue una constante, refirió la Fiscalía.
Ello generó exigencias ilegítimas de parte de la barra brava a la dirigencia a través de actos intimidatorios por los imputados y personas que aún no fueron identificadas pero vinculadas a la barra, contó la Fiscalía en la audiencia.
En un momento, la dirigencia dejó de abonar esa cifra y hubo dos comunicaciones de Leandro Pollo Vinardi, dijo la Fiscalía. El 23 de septiembre y el 27 de octubre del 2022, a través de mensajes y audios a un empleado de seguridad, el Pollo le refirió su preocupación por la falta de pago. El 12 de noviembre de ese año, desconocidos llegaron en un auto hasta el Hospital Privado de Rosario, ubicado en Presidente Roca al 2400, hicieron un graffiti con un mensaje intimidatorio contra el presidente del club que trabaja en el lugar, tiraron una piedra contra el edificio y rompieron algunos vidrios. Para la Fiscalía este hecho fue ordenado por Vinardi y Dibu. Incluso contaron que luego de este hecho, Gallardo cruzó a Astore en el club y le dijo: “Hoy arrancamos con los vidrios”.
Para la Fiscalía, Vinardi dirigía la barra brava desde su lugar de detención junto a su pareja Sabrina Barrias. Esta mujer estaba en arresto domiciliario por disposición de la Justicia Federal. Ambos ejecutaban su plan a través de Luciano Gallardo, la cara visible en el paravalancha y secundado por Emir Rodríguez, hijo de Barrias, refirió la acusación.
Pero en los últimos meses hubo un intento de derrocarlos por parte de Alejandro Nicolás Rengo Ficcadenti y Sergio Gabriel Bebe Di Vanni (también de la banda de Los Monos) quienes el viernes pasado fueron imputados como instigadores del ataque a tiros al barrio cerrado donde vive la familia del jugador de fútbol Ángel Di María. Allí dejaron una nota amenazante. Para la acusación, hubo un doble objetivo en este ataque, que Di María no retorne a Rosario Central y utilizar ese hecho para lograr apoyo de Ariel Guille Cantero y llegar al liderazgo de la barra.
La Fiscalía explicó que desde que Gallardo estaba a cargo de la barra brava, los protocolos se los daban a él y con posterioridad a los encuentros le entregaban plata, lo que la Fiscalía contabilizó en un millón y medio de pesos.
El 22 de julio de 2024, la dirigencia entregó entradas de protocolo al Rengo Ficcadenti para el partido contra Independiente de Rivadavia en el Estadio Marcelo Bielsa. Pero luego de una serie de mensajes, Ficcadenti devolvió las entradas y se las dieron a Gallardo. En este contexto, el Pollo desde su lugar de detención y con convivencia con su pareja Sabrina Barrias, generaron una serie de intimidaciones al presidente para que le entregue un millón y medio de pesos.
El 23 de julio de 2024, cuando terminaba el partido entre Newell’s e Independiente de Rivadavia, con la venia de Gallardo, Emir Rodríguez lanzó una serie de bombas de estruendo al campo de juego sabiendo que ello generaría sanciones administrativas al club, contaron.
El 26 de julio de 2024, como parte de la maniobra extorsiva, fueron hasta la casa de una dirigente del club que tenía diálogo con la barra y dispararon ocho tiros contra la vivienda ubicada en Chacabuco al 2700. A raíz de este ataque, tres días después llegó el pago de 1.5 millones de pesos a Gallardo, contó la Fiscalía.
Otras de las extorsiones que la Fiscalía le achaca al trío Vinardi, Barrías, Gallardo junto a otras personas aún no identificadas se produjo el 8 de julio de este año cuando sin autorización de la dirigencia, la barra intentó inaugurar una zona de parrilleros. Al conocer este hecho, el presidente prohibió la actividad ya que consideró que no estaban dadas las condiciones de seguridad para llevarla adelante. Entonces Gallardo, que según expresó la Fiscalía había recibido órdenes de Vinardi y su pareja, exigió a Astore 8 millones de pesos para no hacer la actividad. Finalmente, le entregaron 3 millones a la barra, contó la Fiscalía.
Por último, le imputaron a Emir Rodríguez el delito de abuso y portación de un arma. El 17 de julio, con otras personas, se presentó en una casa de calle San Juan entre Corrientes y Santiago del Estero en Villa Gobernador Gálvez y disparó al menos 6 proyectiles contra un muchacho, uno de los balazos le pegó en el glúteo.
Newell’s: Astore puso dos millones de su bolsillo para mantener la paz en el homenaje a la Fiera
El presidente de Newell’s, Ignacio Astore, llegó a pagar dos millones de pesos de su bolsillo en el marco del partido homenaje a Maximiliano “Fiera” Rodríguez, que se disputó el año pasado. “La noche anterior al evento me llaman y me comunican que se habían robado los souvenirs de todos los jugadores invitados. Hablamos de mates y bombillas. Recuerdo que yo pagué los dos millones”, dijo.
Fue para evitar las extorsiones que venían haciendo a la empresa porteña WFG comandada por Diego Díaz que organizó el partido, sin embargo el pago no evitó el despliegue de la bandera en la que indicaban quienes mandaban en la barra: Ariel “Guille” Cantero, Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos “Toro” Escobar, todos integrantes de la banda de Los Monos. Es que la pelea dentro de la barra es nada más y nada menos que entre facciones de la banda de Los Monos y ya se cobraron varias vidas.
Durante la audiencia que se celebró este miércoles, el fiscal Franco Carbone imputó a los cabecillas de la barra brava: al Pollo Vinardi, su pareja Ivana Sabrina Barrias, su hijastro Emir Rodríguez y Luciano “Lucho” Gallardo, la cara visible del “Pollo” en la barra.
En ese marco, Carbone leyó las declaraciones de Astore quien dijo que desde que asumió la presidencia siempre fue extorsionado para entregar entradas de protocolo, dinero y camisetas. Uno de los puntos que detalló fue la intimidación de la barra al plantel y cuerpo técnico de Javier Sanguinetti en agosto de 2022 en el Coloso tras la derrota por 2 a 1 ante Godoy Cruz. En ese contexto, decidió no pagar a los barras. Pero no le fue bien. Le rompieron los vidrios del HPR (Hospital Privado de Rosario donde Astore trabaja el médico). “Creo que fue el Dibu (Gerardo Gómez, que está prófugo) porque me había cruzado antes en el club y me había dicho que me iban a arrancar los vidrios”, señaló Astore.
Astore puso a intermediarios para hablar con partido homenaje, donde estuvo Lionel Messi, tuvo repercusión internacional. La barra brava logró colar el trapo con la ilustración de un mono, un pollo y un toro, en alusión a los jefes del paraavalanchas: Guille Cantero, Pollo Vinardi y Toro Escobar.
“Al día siguiente Heinze me manda una queja sobre el campo de juego. Él era insoportable con eso. Por eso fui con mi hijo al shopping al otro día y al salir fuimos a ver el césped. Dimos vueltas y vimos que estaban cargando parlantes y banderas en un camión. Ahí veo que 30, 40 personas, sacan un rollo blanco. En ese momento no me había llamado la atención. Después del escándalo es que presumo que había sido la bandera”, destacó.