La Justicia decidió mantener tras las rejas a Julio César Grassi, el sacerdote condenado en 2009 por abuso sexual infantil, quien deberá cumplir su condena hasta 2028. El Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón rechazó su solicitud de libertad condicional, argumentando que la decisión está en línea con la legislación argentina y la Convención de los Derechos del Niño.
El abogado Juan Pablo Gallego, que representó a una de las víctimas en el juicio contra Grassi, expresó su satisfacción con el fallo: "Quedamos muy conformes con los breves fundamentos del tribunal. Nos provoca mucha satisfacción y la decisión es acorde a la legislación argentina sobre la Convención de los Derechos del Niño".
Gallego también describió el comportamiento del sacerdote durante la audiencia, calificándolo como "bochornoso" y señalando que Grassi se mostró "muy agresivo hacia los jueces y hacia el Servicio Penitenciario. Vimos en vivo a un monstruo".
Aunque anticipó la posibilidad de una apelación por parte de Grassi, Gallego consideró que esta dependerá de los fundamentos finales del fallo. Según el abogado, Grassi se percibe a sí mismo como una víctima y cree que su palabra es la única válida: "Es muy vehemente", afirmó.
Gallego también expresó su preocupación sobre el futuro del sacerdote una vez que cumpla su condena en cuatro años: "Me preocupa qué va a hacer la Argentina con este hombre cuando esté libre. Espero que la Iglesia haga algo al respecto y que a este monstruo lo excomulguen".
La Audiencia y Declaraciones de Grassi
Durante la audiencia, Grassi había solicitado su excarcelación, argumentando que ya había cumplido más de dos tercios de su condena en prisión. Sin embargo, el abogado Gallego había destacado previamente que el Código Penal excluye de este beneficio a quienes cometieron delitos contra la integridad sexual.
El Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón, presidido por la jueza Mariana Maldonado junto a los jueces Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade, comenzó a analizar el pedido del sacerdote a las 11 de la mañana. Se otorgaron 15 minutos para que las partes expusieran sus argumentos, y Grassi fue el primero en tomar la palabra.
Grassi manifestó sorpresa por el poco tiempo asignado para fundamentar su solicitud y pidió un breve cuarto intermedio. Al regresar, insistió en su inocencia, mencionando casos de condenas erróneas y afirmó: "Muchas veces, un error judicial puede llevar a una persona inocente a la cárcel".
El sacerdote también señaló que ha mantenido un comportamiento adecuado durante todo el proceso y condena, por lo que "señores jueces, quédense tranquilos y denme las exigencias que me quieran dar". Grassi añadió que planea "hacer un nuevo proyecto de vida" y ser útil a la sociedad, siempre y cuando la Iglesia se lo permita.
Finalmente, el tribunal resolvió por unanimidad "no hacer lugar a la nulidad del dictamen" solicitado por Grassi, y denegar la libertad condicional "con especial mirada y ponderación sobre los derechos del niño". Los fundamentos del fallo se darán a conocer el 2 de septiembre.