Javier Milei y Luis Caputo, en la Expo Rural, semanas atrás. (Foto: Reuters)Por: REUTERS
El Gobierno apuesta a ganar tiempo con el escándalo de Alberto Fernández y espera que el blanqueo sea un éxito
Con la escena política argentina inmersa en controversias y disputas internas, y la economía presentando señales mixtas, el presidente se muestra optimista con la expectativa de que la medida de blanqueo de capitales permita dinamizar el mercado en lo que resta del año.
Los últimos dos meses han sido un torbellino de eventos que han dejado a los argentinos boquiabiertos: la desaparición de Loan, un elaborado túnel excavado por boqueteros en San Isidro, y la presencia de Cristina Kirchner en los tribunales, donde se victimiza y se distancia de Alberto Fernández, el expresidente envuelto en un escándalo de corrupción y acusaciones de violencia. Fernández ha sido protagonista de un escenario turbulento de corrupción y controversias amorosas que han sido expuestas al público, en las que se ha descubierto que varias de sus parejas recibieron contratos y sueldos públicos.
Javier Milei, por su parte, ha adoptado una estrategia de bajo perfil, permitiendo que los acontecimientos sigan su curso sin contradecir su creciente popularidad. Mientras tanto, Mauricio Macri trabaja en la recuperación de la identidad del PRO, y el kirchnerismo, liderado por Cristina, ha perdido parte de su capacidad de convocatoria. Axel Kicillof aún no representa una amenaza significativa y el peronismo sigue buscando un nuevo referente nacional. La UCR continúa dividida.
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En medio de esta convulsión política, el principal desafío del Gobierno es enfrentar la situación económica. Aunque la economía muestra signos mixtos, con aumentos en ventas de cemento, producción de autos, patentamiento de vehículos 0 km, y venta de materiales de construcción, también presenta señales de desaceleración tras una caída pronunciada en junio. Los salarios han superado a la inflación durante tres meses consecutivos, lo que aporta cierta estabilidad.
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El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se ha volcado a defender la gestión del presidente Javier Milei y ha establecido el blanqueo de capitales como una de las principales apuestas para recuperar reservas y dinamizar la economía. A pesar de que el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) es visto como una medida a largo plazo, el Gobierno confía en que los ingresos del campo y del blanqueo puedan proporcionar un impulso económico.
En los primeros ocho meses del año, el campo ha liquidado 15.000 millones de dólares y aún tiene otros 12.000 millones pendientes. Se estima que la agroindustria podría aportar 3.500 millones de dólares adicionales para fin de año. Sin embargo, el descenso en los precios internacionales de la soja y otros granos, junto con la falta de perspectivas de recuperación antes de fin de año, añade incertidumbre.
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El blanqueo de capitales no solo se enfoca en la recaudación, sino en movilizar el mercado. El Palacio de Hacienda estima que podría obtener unos 2.000 millones de dólares, pero el verdadero objetivo es dinamizar el mercado con la aspiración de regularizar hasta 30.000 millones de dólares, una cifra considerablemente menor que los 116.700 millones obtenidos durante la administración de Mauricio Macri, pero crucial para iniciar la recuperación económica.
