Datos recientes del economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos revelan que entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de abril de 2024, 738.680 cubanos ingresaron a Estados Unidos, contribuyendo a una caída del 17% en la población de la isla en el último bienio. Esta cifra solo es superada en la región por la migración de venezolanos.
En una entrevista con TN desde Tampa, Florida, Chávez comentó: “Valió la pena todo lo que pasé. Cruces en balsas, largos viajes en auto, ‘coyotes’ armados y la odisea en el río en la frontera entre México y Estados Unidos. No me arrepiento. De Cuba se están yendo todos. Toda mi familia está aquí. Solo me quedan dos amigas. Las otras están aquí o en España.”
El estudio de Albizu-Campos, publicado por la Columbia Law School, subraya que esta ola migratoria ha sido impulsada por "un incesante éxodo de población hacia cualquier destino", con 738.680 entradas solo en Estados Unidos durante el período mencionado. La reducción de la población cubana, estimada en un 17%, refleja un descenso medio anual de 8,5% en el bienio 2022-2023.
“Los factores que están detrás de cada estampida migratoria nunca desaparecieron. Siguen presentes”, advirtió Albizu-Campos, añadiendo que la migración seguirá incluso con nuevas restricciones para los cubanos. Se estima que 220.000 cubanos podrían asentarse en Estados Unidos en los próximos dos años, sin contar a los que migran a otros destinos como México o los que se encuentran en tránsito.
La crisis actual en Cuba supera las dificultades del llamado "período especial" de los años 90, con escasez de productos básicos, cortes de energía, falta de combustible y elevada inflación. Juan Antonio Fernández, analista cubano, afirma que “los indicadores son terribles. Las causas son múltiples, causas históricas acumuladas, coyunturales que se han ido agravando”.
La migración masiva se ha visto agravada por el colapso económico y la represión política, especialmente tras las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, que llevaron a una brutal represión y condenas severas. La ruta migratoria ha incluido peligrosas travesías desde Colombia a través del Darién y la llamada "ruta de los volcanes", que lleva a los migrantes a Nicaragua para luego continuar hacia Estados Unidos.
Chávez relata su viaje lleno de peligros: desde la venta de todos sus bienes para financiar el viaje hasta enfrentar la amenaza de los coyotes. “En mi último año de prácticas en el hospital no había nada. Ni medicamentos, ni suministros. Nada. Solo podíamos decirle a los pacientes cuál era su tratamiento y avisarle que debían buscar la manera de conseguir los remedios”, recuerda.
Ahora en Tampa, Florida, espera poder revalidar su título de médica y adaptarse a su nueva vida. “En Cuba no había ninguna posibilidad de salir adelante”, concluye.
El éxodo cubano continúa reflejando el profundo malestar y las difíciles condiciones que enfrentan miles de ciudadanos en la isla.