En un fallo trascendental, la Justicia civil y comercial de Rosario condenó al Nuevo Banco de Santa Fe a indemnizar a una docente con más de 10 millones de pesos tras una estafa virtual sufrida a través de la entidad. El juez Marcelo Quaglia determinó que la institución bancaria no cumplió con sus obligaciones de seguridad, poniendo en riesgo a sus clientes.
La docente, que recibía su sueldo en el banco, descubrió el 26 de julio de 2022 que se habían realizado cuatro transferencias fraudulentas desde su cuenta, totalizando más de 2.600.000 pesos. A pesar de sus reclamos, el banco negó cualquier irregularidad, lo que llevó a la afectada a presentar una demanda.
El juez Quaglia otorgó a la demandante 2.630.000 pesos en concepto de restitución por las transferencias, 300.000 pesos por daño moral, y aproximadamente 7.500.000 pesos en daño punitivo, basándose en el valor de ocho canastas básicas del momento, sumando además los intereses correspondientes.
El fallo destaca que, aunque el banco implementó ciertas medidas de seguridad, como la doble verificación mediante códigos enviados al teléfono del cliente para algunas operaciones, no lo hizo en otras, lo que facilitó las transacciones fraudulentas. El magistrado subrayó que no se puede probar que la docente haya sido responsable de las operaciones, por lo que la responsabilidad recae sobre la entidad bancaria.
El juez concluyó que el Nuevo Banco de Santa Fe no cumplió con su deber de proteger el dinero depositado y la confianza de sus clientes, violando así su obligación de seguridad. En este contexto, el fallo enfatiza que “las plataformas digitales son susceptibles de calificarse como cosa riesgosa”, y que el riesgo generado por estas herramientas debe ser asumido por las entidades financieras que las imponen a sus usuarios.
