Alberto Fernández ha presentado su renuncia irrevocable a la presidencia del Partido Justicialista (PJ), tras ser imputado en una denuncia de violencia de género interpuesta por la ex primera dama Fabiola Yañez. La situación ha llevado al PJ porteño a considerar la posibilidad de solicitar su desafiliación del partido.
En una carta dirigida al Consejo del partido, Fernández expresó: “En el marco de la denuncia por presunta violencia de género a partir de la cual estoy siendo investigado en la justicia Federal, vengo a elevar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista orden nacional con el que oportunamente me honrara”. En el documento, el expresidente no solo refuta las acusaciones, sino que también reafirma su compromiso con “la igualdad de géneros y respeto a las diversidades”.
El exmandatario enfrenta cargos de lesiones graves y amenazas coactivas, supuestamente ocurridos durante su presidencia y mientras ocupaba la máxima posición en el PJ. Fernández ha denunciado un “linchamiento mediático” y ha expresado su deseo de que el partido no se vea afectado por estos eventos. Además, subrayó que las imputaciones en su contra son “falsas” y ha solicitado que la Justicia actúe de manera justa y evite filtrar información a los medios.
Minutos antes de conocerse la carta, el PJ porteño emitió un comunicado en el que “repudia de forma contundente todo hecho de violencia de género”, sin importar su origen. El partido también ha sugerido que la aceptación de la renuncia de Fernández podría permitir “continuar con la reorganización de la jefatura partidaria iniciada en el último Congreso”.
A nivel local, se ha solicitado que Fernández sea desafiliado del PJ porteño, además de su renuncia a la presidencia. El Congreso del PJ deberá ahora determinar quién ocupará el cargo vacante y cómo procederá el partido en esta delicada situación.