En los rincones más desprotegidos de las ciudades, la violencia y el crimen han encontrado terreno fértil, afectando particularmente a los jóvenes. Estos chicos, provenientes de barrios populares, se han convertido en el último eslabón de una cadena criminal que los utiliza, descarta y olvida. Casos recientes y emblemáticos reflejan esta alarmante problemática, que pone de manifiesto la cruda realidad de los menores en situación de vulnerabilidad extrema.
El Secuestro en Barrio Godoy
El reciente rescate de un chico de 14 años en barrio Godoy, hallado maniatado, golpeado y con quemaduras en una precaria vivienda, destapó nuevamente una problemática persistente: los secuestros y abusos a los más indefensos.
Este joven, secuestrado y mantenido cautivo durante tres días, es solo una de las muchas víctimas. Gracias a un llamado al 911, la policía logró liberarlo, encontrando también que en barrio Gráfico desaparecieron otros tres adolescentes desde el año pasado, sin contar aquellos cuyas desapariciones históricas nunca se resolvieron.
Doble Crimen en Barrio Gráfico
El caso de Francisco García y Carina Ferreyra, asesinados en noviembre de 2023 por un grupo que deseaba su casa para vender drogas, evidencia la brutalidad de las bandas. La pareja fue eliminada, su familia expulsada del barrio, y otros jóvenes, como Leo “Manquito” y Perunchi, desaparecieron en medio de un ambiente de terror y violencia, probablemente asesinados y desechados por la misma organización.
Desapariciones Sin Resolución
Marilina Villalba, una joven vinculada a la banda de Lucas Saban, es otra víctima cuyo paradero sigue siendo un misterio. Desaparecida en noviembre de 2023, las investigaciones apuntan a un probable asesinato, con allanamientos que han encontrado restos óseos en terrenos deshabitados. Saban, imputado también por el doble crimen de García y Ferreyra, es señalado como una pieza clave en la organización delictiva del barrio.
La Historia de Valentín Reales
Valentín Reales, desaparecido en 2016 a los 15 años, personifica la tragedia de muchos jóvenes que caen en manos de bandas criminales. Trabajó para la banda de Los Cuatreros y tras intentar salir de esa vida, fue brutalmente golpeado y posteriormente desapareció. Rumores indican que fue asesinado y su cuerpo oculto, sin que la justicia logre hallarlo más que una zapatilla ensangrentada.
Crimen por Encargo en Barrio Ludueña
La violencia no se detiene. En barrio Ludueña, Claudio Fabián Barrionuevo, un hombre de 38 años con discapacidad, fue asesinado al azar por un grupo que buscaba sembrar el pánico a cambio de 600 mil pesos. El homicidio, ocurrido en abril, involucró a seis sospechosos, uno de ellos menor de edad. Este ataque premeditado y remunerado dejó en evidencia una vez más la utilización de jóvenes en crímenes atroces, motivados por promesas monetarias.
La Voz de la Justicia
La jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena ofrece una perspectiva sobre este fenómeno, resaltando la doble victimización de estos jóvenes: primero, como víctimas de las bandas que los explotan y, segundo, del Estado que los ha abandonado. "Estos chicos terminan muertos, en hospitales o presos", comenta, subrayando la falta de intervenciones preventivas y espacios que ofrezcan alternativas de vida.
La situación es crítica y exige una respuesta integral y efectiva. Mientras las bandas continúen reclutando y desechando a los jóvenes, y el Estado permanezca ausente, la espiral de violencia y desprotección solo se agravará. Los barrios populares seguirán siendo testigos y víctimas de un drama social profundo que pide a gritos justicia y acción.
