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El Gobierno Nacional ha tomado distancia de las crecientes protestas en la provincia de Misiones, caracterizándolas como asuntos de "estrita jurisdicción provincial", según afirmaciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa en Casa Rosada. Mientras tanto, la tensión en la provincia continúa en aumento debido a los reclamos salariales de policías, docentes y médicos.
Las declaraciones del ministro de Educación de Misiones, Ramiro Aranda, han agregado una dimensión política a la situación, al responsabilizar al Gobierno Nacional por la caída en la recaudación y criticar las políticas económicas vigentes.
En medio de este clima de tensión, los manifestantes han intensificado sus acciones, llegando incluso a irrumpir en el Ministerio de Salud provincial en el sexto día de protestas. El ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, ha respondido a estas acciones defendiendo las políticas salariales del gobierno provincial y criticando a los policías por retener patrulleros.
Pérez también abordó la ausencia del gobernador, Hugo Passalacqua, quien hasta el momento no ha emitido declaraciones sobre la crisis. Mientras tanto, las acusaciones y contrataques entre funcionarios y manifestantes aumentan la incertidumbre sobre el rumbo del conflicto.
En este contexto, la postura del Gobierno Nacional de no intervenir en asuntos de jurisdicción provincial añade un nuevo matiz a la situación, dejando en manos de las autoridades locales la resolución de una crisis que cada día se torna más compleja y preocupante para la ciudadanía misionera.
