La Municipalidad de Rosario tomó la decisión de cesantear a un agente de control tras confirmar denuncias de ciudadanos sobre solicitudes de sobornos durante inspecciones a comercios. La investigación interna se apoyó en el sistema de GPS de los móviles municipales y en cámaras públicas y privadas.
Tras una rigurosa investigación, la Municipalidad de Rosario cesanteó a un agente de control luego de confirmar denuncias de varios comerciantes sobre actos de corrupción relacionados con el pedido de coimas. El proceso de investigación interno involucró el análisis de datos recopilados a través del sistema de GPS de los vehículos municipales, registros de servicio, entrevistas y cámaras de vigilancia, que revelaron la presencia del agente en los lugares denunciados y transacciones de dinero, a pesar de sus intentos iniciales de negar su presencia en dichos sitios.
El Secretario de Gobierno, Sebastian Chale, declaró: "Hoy, como resultado de una investigación administrativa, hemos emitido un decreto para cesantear a un agente municipal que solicitó coimas. Esta medida busca establecer un ejemplo en cuanto a la conducta que deben adoptar los empleados municipales y demuestra que las denuncias ciudadanas son efectivas, respetando también el anonimato de las víctimas".
El caso se inició cuando comerciantes se presentaron voluntariamente en el Palacio de los Leones para denunciar a un empleado municipal que había pedido sobornos a sus locales durante una presunta inspección. Estas personas desconocían la dependencia para la cual trabajaba el empleado y tampoco conocían su nombre.
Se llevó a cabo una exhaustiva investigación interna que incluyó el análisis de datos del sistema de GPS en los vehículos municipales, registros de trabajo generados por superiores y cámaras de vigilancia, confirmando las denuncias y evidenciando las ubicaciones del agente y las transacciones de dinero.
El agente en cuestión estaba asignado a una función diferente, ya que su dependencia no realizaba inspecciones en comercios. Además, se constató que debía estar en otros sectores de la ciudad según las órdenes de sus superiores. En una primera entrevista, negó haber estado en los comercios denunciados, pero posteriormente admitió su presencia durante una segunda citación.
El Intendente Pablo Javkin y su gabinete resolvieron el cese del agente al concluir que había utilizado su uniforme para solicitar sobornos, firmando el decreto que lo destituye de sus funciones y lo desvincula de la Municipalidad.