La Justicia federal de Rosario ha dispuesto el procesamiento con prisión preventiva de siete personas, acusadas de integrar la cúpula de una organización criminal liderada por Julio Andrés Rodríguez Granthon, conocido como "el Peruano". Esta organización se dedicaba a convertir las ganancias obtenidas por el tráfico de drogas en actividades legales como la construcción de inmuebles, transporte de granos y administración de comercios. Los procesados también se encargaban de la logística para estas operaciones.
Los delitos por los que se les acusa incluyen "tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización, en forma organizada", "lavado de activos", "portación y tenencia ilegal de armas de fuego" y "encubrimiento". Además, a cada uno se le ha embargado bienes por la suma de 2.250.000 pesos. Entre los procesados se encuentran Francisco Rodríguez Villarreal (padre de Rodríguez Granthon), Lucrecia María de los Ángeles Biagiola, Yanina Marta Messina, Marcos Jeremías Di Marco, Paola Gabriela Ramos, Jorge Antonio Benegas y Gustavo Ariel Cardozo Acosta.
Detalles de los procesados
Francisco Rodríguez Villarreal: Coordinaba una variedad de aspectos del funcionamiento de la organización, especialmente en la subrogación de las ganancias del narcotráfico y la gestión de bienes en el mercado formal. Ocupaba una posición de alta jerarquía en la estructura criminal, casi al nivel del líder, su hijo.
Yanina Marta Messina: Tenía un rol primario en la dinámica delictiva de la organización, gestionando bienes inmuebles y una flota de camiones que, además de transportar cargas, se utilizaban para la distribución de estupefacientes.
Marcos Jeremías Di Marco: Proveía medios materiales para las actividades del narcotráfico y el transporte de miembros de la organización. Se encontraron en su casa armas de fuego y municiones, y tenía una intervención directa en la tenencia de una cantidad significativa de cocaína.
Jorge Antonio Benegas: Poseía varios bienes materiales utilizados por la organización y fue vinculado a los vehículos utilizados en las operaciones delictivas.
Lucrecia María de los Ángeles Biagiola: Ex pareja de Rodríguez Granthon, participaba en el registro de bienes a su nombre y en la actividad de transporte de cereales. Su rápida transición de empleada de una estación de servicio a empresaria de transportes levantó sospechas.
Paola Gabriela Ramos: Administraba bienes de la organización, registrando propiedades a su nombre y manejándolas bajo las directivas de Rodríguez Granthon.
La operación y sus bienes
La investigación federal detectó una organización criminal de magnitud, sostenida en el tiempo y dedicada al tráfico de drogas a gran escala. La operación contaba con una flota de al menos cinco camiones con semirremolques, casas en barrios abiertos y cerrados en distintas localidades, y hasta tres ferreterías en Funes.
Propiedades y activos detectados:
- Casas en barrios cerrados como Pinares del Sur en Piñero y Troncales del Sur en Alvear.
- Tres ferreterías en Funes con el nombre "Tatán Tatán".
- Vehículos, incluyendo un Peugeot 208, un Peugeot 308, un Chevrolet Agile, un Volkswagen Gol Trend y cinco camiones Scania.
- Depósitos y terrenos utilizados para actividades delictivas.
Investigación y pruebas
La investigación incluyó el análisis de cuentas bancarias, contratos, situación patrimonial y escuchas telefónicas, así como la intercepción de dos decomisos clave: más de media tonelada (568 kilos) de marihuana prensada y 6 kilos de cocaína en dos domicilios en Funes. La estructura administrativa y operativa de la organización reflejaba una compleja red de lavado de dinero y narcotráfico, similar a una pyme con diversas áreas funcionales.
El Juzgado Federal Nº3 de Rosario determinó que las pruebas recolectadas demuestran la existencia de una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de drogas y al lavado de activos, con una estructura operativa sólida y sostenida en el tiempo.