El reciente decreto gubernamental que obliga a las empresas de medicina prepaga a retrotraer sus tarifas al 1 de diciembre de 2023 y ajustarlas conforme a la inflación ha generado una serie de interrogantes y expectativas entre los usuarios. Mientras tanto, desde la Defensoría del Pueblo y diversas entidades del sector se están delineando los pasos a seguir para la implementación de esta medida y la correspondiente devolución del excedente cobrado.
Desde la Defensoría del Pueblo, se han aclarado dudas respecto a cómo se llevará a cabo el reintegro del excedente cobrado durante los primeros cuatro meses de la actual gestión, así como qué hacer con las facturas ya emitidas para el mes de abril. Según Leandro Piazza, director de Atención a la Ciudadanía de la Defensoría, se espera una baja estimada entre el 33% y el 35% en las cuotas de las prepagas, calculada a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El método previsto para la devolución del dinero cobrado de más se realizará mediante compensación en futuras cuotas. Esto significa que, en la factura del próximo mes, los clientes verán reflejado el precio actualizado conforme a la inflación acumulada desde diciembre de 2023 hasta abril de 2024, y se descontará el excedente cobrado en los meses anteriores. Este reintegro podrá efectuarse en una sola cuota o dividirse en hasta siete pagos fijos, según el caso de cada afiliado.
En el caso de tener dudas o consultas, la Defensoría funciona de 8 a 18 en Pasaje Álvarez 1516 y también reciben mensajes por mail a consumidorsur@gmail.com.
Por otro lado, la situación actual de las prepagas ha sido objeto de análisis por parte del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que reporta un aumento del 153% en los precios promedio de las medicinas prepaga entre diciembre y abril, en comparación con una inflación oficial del 89% durante el gobierno anterior.
Los prestadores de servicios médicos, por su parte, argumentan que los costos se habían mantenido congelados durante los últimos meses del gobierno anterior, lo que llevó a un desfase entre los aranceles médicos y el aumento de las cuotas de las prepagas. La medida gubernamental de retrotraer y ajustar las cuotas por inflación se espera que reduzca significativamente el valor de las mensualidades, aunque persisten discrepancias sobre la aplicación del Índice de Precios al Consumidor como referencia para los ajustes.
En conclusión, mientras los usuarios aguardan la aplicación efectiva de estas medidas y la correspondiente devolución del excedente, el sector de las prepagas enfrenta un período de reajuste que busca equilibrar los intereses de los usuarios y los prestadores de servicios médicos, en medio de un contexto de crecientes reclamos por la calidad y accesibilidad de la atención sanitaria.
