A partir de este lunes, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional, se ha desregulado el precio de la yerba mate en Argentina. El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ya no tendrá la responsabilidad de fijar los precios de producción, lo que plantea interrogantes sobre el costo y el valor final del producto, tanto en su forma de hoja verde como en su versión procesada, popularmente consumida como infusión.
La producción de yerba mate cerró el 2023 con una salida de molino hacia el mercado interno de 285.430.373 kilos, según el INYM. (Instagram / INYM)
Jorge Butik, productor yerbatero y titular de la empresa Dulce Beso, describió esta situación como "compleja", destacando la falta de un precio de referencia. Sin embargo, señaló que esta medida pone fin a la política de "precios cuidados", que obligaba al sector industrial a mantener precios bajos. Butik, también referente de la Federación Agraria de Misiones, expresó que, incluso con un eventual aumento, la yerba mate seguirá siendo la infusión más accesible en Argentina, mencionando que con un kilo de yerba y un mate mediano se pueden preparar hasta 20 litros de mate.
El productor, crítico de las políticas del INYM, considera que la desregulación representa un desafío para los productores, ya que anteriormente se contaba con un precio de referencia. Mencionó que el precio mínimo acordado por los productores era de 400 pesos por kilo, en comparación con los 260 pesos anteriores.
Butik defendió el aumento del precio de la yerba mate argumentando que ninguna otra infusión ofrece un rendimiento similar. Explicó que el proceso de producción de la yerba mate, desde la plantación hasta el envasado, puede llevar hasta seis años y que, incluso con un precio de cinco mil pesos por kilo, el producto sigue siendo una opción económica considerando su alto rendimiento.
En resumen, la eliminación de regulaciones en el precio de la yerba mate plantea desafíos y oportunidades para el sector, mientras se espera observar cómo esto afectará tanto a los productores como a los consumidores en el mercado argentino.
