La provincia procedió este viernes a demoler siete búnkeres vinculados a la figura de Chucky Monedita, conocido como el pistolero de barrio Tablada y sospechoso de diversos crímenes, incluidos los de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, así como del colectivero Marcos Daloia y el playero Bruno Bussanich, ocurridos a principios de marzo. Estas acciones contaron con la autorización judicial correspondiente y son parte de una investigación más amplia sobre estos delitos.
Acompañado por los fiscales encargados de la investigación de los homicidios, el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, señaló que si bien los búnkeres están relacionados con Chucky Monedita, no todos están vinculados exclusivamente al narcotráfico, sino que también están involucrados en otros delitos.
El fiscal Franco Carbone destacó que algunos de estos búnkeres han estado operando durante más de dos décadas, como es el caso del ubicado en la calle Lamadrid. Subrayó la importancia de contar con una legislación adecuada que respalde estas intervenciones.
En cuanto a las personas que frecuentan estos búnkeres, Carbone explicó que se trata de "ocupantes golondrina", es decir, individuos que transitan por estos lugares de forma temporal como parte de actividades delictivas coordinadas.