El gobierno argentino, representado por el Ministro de Defensa Luis Petri, ha solicitado oficialmente el ingreso del país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como "socio global". Esta decisión, anunciada luego de una reunión en la sede de la OTAN en Bruselas, Bélgica, busca elevar las capacidades militares y defensivas de Argentina a través de ejercicios multinacionales, acceso a tecnología avanzada y participación en debates estratégicos.
Si la solicitud es aceptada, Argentina se convertirá en aliado de países como Gran Bretaña, con quien mantiene una disputa por la soberanía de las Islas Malvinas. Además, tendrá la capacidad de participar en acciones militares en cualquier parte del mundo decididas por la OTAN, una organización surgida durante la Guerra Fría.
El pedido de ingreso se produce después de que Argentina firmara un contrato en Dinamarca para la compra de 24 aviones de guerra F-16 usados, en una operación promovida por Estados Unidos.
Hasta el momento, Colombia es el único país en América Latina que tiene el estatus de socio global de la OTAN. A nivel mundial, países como Australia, Japón, Corea del Sur y Pakistán también poseen esta categoría. Sin embargo, la asociación con Afganistán está suspendida actualmente.
La OTAN define a los "socios globales" como países con los que coopera de manera individual, participando en operaciones militares y beneficiándose de la experiencia de la Alianza en áreas como la defensa cibernética, la seguridad marítima y la ayuda humanitaria.
El ingreso de Argentina como socio global a la OTAN representa un importante paso en su alineamiento geopolítico y genera debates sobre la soberanía nacional y la política de defensa. Antes de convertirse en socio global, los países deben incorporarse a los Planes de Acción individuales para la asociación, una iniciativa lanzada en la Cumbre de Praga de 2002.