Un adolescente de 15 años fue detenido en relación con el asesinato de Bruno Bussanich, el empleado de una estación de servicio de Rosario que fue baleado en la cabeza. La detención se llevó a cabo en la "Zona Cero" de la ciudad, luego de un allanamiento motivado por el testimonio de dos testigos clave: uno que presenció el hecho y otro que escuchó al joven presumir del crimen.
El aporte del segundo testigo resultó crucial para la investigación, ya que permitió a los investigadores avanzar en la identificación y detención del presunto homicida. Aunque aún se investiga si este adolescente también es responsable de las amenazas escritas encontradas en el lugar del crimen.
Se informa que el joven detenido intentó evadir a la justicia al teñirse el cabello. La provincia de Santa Fe ofreció una recompensa de $10 millones por su captura. El fiscal Patricio Saldutti, a cargo del caso, identificó al sospechoso como el autor material del crimen dos días antes de su detención.
El hecho ocurrió el 10 de marzo en una estación de servicio en Mendoza al 7600, donde Bussanich fue asesinado mientras trabajaba. Las cámaras de seguridad capturaron a un joven armado y encapuchado disparando contra la víctima en su oficina, dejando también una nota amenazante.
La detención del presunto asesino, siendo menor de edad, plantea desafíos legales, y el Juzgado de Distrito de Menores determinará cómo proceder. En este contexto, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, expresó su apoyo a través de las redes sociales y reiteró la importancia de la ley de imputabilidad que se está discutiendo en el Congreso.
Bruno Bussanich, de 25 años, era padre de un bebé menor de dos años, fanático de Rosario Central, y trabajaba en atención al público mientras buscaba oportunidades laborales acordes a su formación técnica según su perfil en LinkedIn.
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