Una serie de eventos violentos que paralizaron a Rosario durante el último fin de semana y el lunes han generado consecuencias inmediatas en sectores como la gastronomía. Bares y restaurantes han visto una disminución en la afluencia de clientes debido a la falta de transporte y al temor a posibles ataques, sumado a la crisis económica, según la Asociación Empresaria Hotelero y Gastronómica.
El presidente de la asociación, Carlos Meliano, expresó su preocupación por la situación, a pesar de estar de acuerdo con las decisiones del gobernador Maximiliano Pullaro. Meliano señaló que la actividad gastronómica se ha visto muy afectada desde el sábado hasta el lunes, especialmente durante las horas de mayor facturación en la tarde y noche.
En medio de la incertidumbre sobre cómo y cuándo los rosarinos podrán volver a sus rutinas habituales, Meliano planteó la pregunta crucial: "¿Cómo se le quita el miedo a la sociedad para que pueda ir a los locales gastronómicos?"
El Estado ha respondido constituyendo un Comité de Crisis y anunciando el despliegue de personal y equipamiento de las Fuerzas Armadas en la ciudad, junto con el aumento de agentes federales en el territorio. Aunque el regreso del servicio de colectivos ha facilitado el movimiento de personas, la decisión de los taxis y remises de no trabajar por la noche sigue afectando al sector gastronómico.
A pesar de los desafíos, los representantes del sector gastronómico y hotelero mantienen la esperanza de una recuperación, pero son conscientes del miedo que los recientes incidentes violentos han generado en la población y el impacto en sus negocios.