Gremios del sector agropecuario de Francia anunciaron que bloquearán la capital del país a partir del lunes para denunciar su difícil situación económica, en medio de las protestas que llevan adelante desde hace más de una semana y pese a las concesiones hechas el viernes por el gobierno de Emmanuel Macron.
“Desde el lunes 29 a las 14 (horas) los agricultores (….) pondrán en marcha un asedio de la capital por una duración ilimitada”, anunciaron dos de las principales centrales sindicales agropecuarias de Francia, entre ellas la poderosa Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA), según consignó la agencia de noticias AFP.
“Los agricultores ocuparán las principales carreteras de acceso a la capital”, añadieron en el breve texto.
El primer ministro, Gabriel Attal, prometió el viernes suspender el aumento del precio del diésel de uso agrícola, además de reafirmar su oposición a la firma del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que preocupa a los agricultores franceses por el impacto que podría tener.
Attal anunció igualmente un mayor control de las negociaciones entre productores y distribuidores, ayudas a sectores específicos como la agricultura orgánica y una disminución de trámites administrativos.
Sin embargo, sus anuncios no convencieron a la FNSEA, que llamó a “proseguir la movilización”.
Las protestas de los agricultores se centran principalmente en bajos salarios, la presión impositiva que provocan en las granjas las medidas de cuidado medioambiental o la importación de productos, lo que causa un impacto en la industria local.
Las movilizaciones, que también se registraron en Polonia, Alemania y Rumania, se producen a unos cuatro meses de las elecciones al Parlamento Europeo, institución clave para fijar las normas medioambientales del bloque.
La ira de los agricultores se tradujo en los últimos días en un abanico de acciones que incluyeron el bloqueo de carreteras, vaciado de camiones con importaciones españolas y marroquíes, vertido de estiércol ante prefecturas y ataque con un fardo de paja a un restaurante McDonald’s.
El sector agropecuario es culturalmente importante en la séptima economía mundial, pese a que su peso en el Producto Bruto Interno (PBI) retrocedió fuertemente desde el 18,1% en 1949, en el período de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial, al 2,1% de 2022, según datos oficiales.