Mario Russo ha sido designado como Ministro de Salud en la próxima administración liderada por Javier Milei. Este nombramiento fue anunciado tras una reunión de Gabinete encabezada por Nicolás Posse, en la que también estuvieron presentes Patricia Bullrich, Luis Petri y otros colaboradores destacados. Además, Enrique Rodríguez Chiantore asumirá el rol de Superintendente de Servicios de Salud.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/O3B6NLKXRZDOTOET6EZFHOJFQE.jpg)
Russo, un reconocido cardiólogo clínico, cuenta con una extensa trayectoria de casi una década en FLENI. Su experiencia incluye programas de formación directiva en gestión y economía de la salud en instituciones educativas como la Universidad Austral y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).
Iniciando su carrera como residente de cardiología en 1990 en el Hospital Español de Buenos Aires, Russo ha trabajado en diversas instituciones médicas, desempeñándose como director del Servicio de Cardiología en el Hospital Polo Sanitario Malvinas Argentinas y ocupando cargos de relevancia en la Secretaría de Salud en los municipios de San Miguel y Morón.
Además, Russo ha tenido experiencia internacional a través de pasantías en el Hospital San Mateo de Pavia en Italia y en la Red Sanitaria, Social y Docente Xarsa Santa Tecla en Tarragona, España.
El nuevo Ministro de Salud enfrentará retos críticos, ya que el sistema de salud argentino se encuentra en medio de una crisis agravada en las últimas semanas. Diversas sociedades médicas han expresado su preocupación por la escasez de implementos desde básicos hasta complejos para el trabajo diario. La Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA) alertó sobre el agotamiento de reservas de insumos importados, lo cual pone en riesgo la continuidad de las prestaciones, especialmente para los pacientes de diálisis peritoneal.
En este contexto, las sociedades cardiológicas argentinas también han emitido un comunicado alertando sobre problemas estructurales que afectan la práctica de la cardiología y que tienen un impacto directo en la salud cardiovascular de los argentinos. La desfinanciación del sistema y la escasez de insumos médicos son algunos de los desafíos críticos que enfrenta el Ministerio de Salud.
