El frágil equilibrio en la Franja de Gaza volvió a verse amenazado este miércoles tras una nueva escalada de violencia. El Gobierno de Israel acusó formalmente al grupo Hamas de violar los términos del alto el fuego vigente, luego de que un artefacto explosivo hiriera a un oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante un operativo en el sur del enclave.
La denuncia, difundida a través de un comunicado oficial de la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, eleva la tensión en una región que intenta sostener un acuerdo de paz tras dos años de conflicto armado. Desde Jerusalén advirtieron que la agresión no quedará impune y que el Estado hebreo “responderá en consecuencia” ante lo que consideran una provocación directa.
El incidente en Rafah y la postura de Netanyahu
El episodio ocurrió en la ciudad de Rafah, donde un vehículo blindado israelí fue alcanzado por la detonación de un explosivo improvisado. Según informaron fuentes militares, el oficial afectado sufrió heridas leves y fue trasladado de urgencia a un centro médico para recibir tratamiento. El ataque se produjo mientras las tropas realizaban tareas de despeje de infraestructura en la zona.
Para el Ejecutivo israelí, este hecho confirma la falta de voluntad de las milicias palestinas para avanzar hacia una paz duradera. “La continua negativa pública a desarmarse constituye una flagrante violación de los términos acordados”, sentenció el comunicado oficial, subrayando que el desarme es una condición innegociable para la estabilidad del territorio.
Las condiciones del acuerdo y el rol de la mediación
La actual tregua se enmarca en un plan integral impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, junto a países mediadores de la región. El acuerdo contempla una hoja de ruta dividida en fases que incluyen el cese de hostilidades, la liberación de detenidos y la salida de Hamas del gobierno en Gaza, punto que hoy genera los mayores roces.
Israel sostiene que el grupo debe cumplir estrictamente con la desmilitarización y un proceso de desradicalización. Sin embargo, la situación en el terreno es compleja: aunque la ayuda humanitaria ha aumentado, los drones israelíes mantienen la vigilancia aérea y se han reportado incidentes en la denominada "línea amarilla", donde las tropas mantienen la orden de disparar ante aproximaciones sospechosas.
Un escenario de reconstrucción bajo amenaza
Tras dos años de guerra, la Franja de Gaza se encuentra virtualmente devastada. La segunda fase del acuerdo vigente proyecta no solo la retirada total de las tropas israelíes, sino también el inicio de la reconstrucción y la formación de un gobierno de transición. No obstante, incidentes como el de este miércoles ponen en duda la viabilidad de estos plazos.
Mientras Hamas mantiene su estructura en ciertas zonas del sur, el Gobierno de Netanyahu reafirma que no detendrá sus operaciones de seguridad si detecta amenazas activas. El ataque al soldado en Rafah representa el mayor desafío al cese de fuego desde que entró en vigor la primera etapa del pacto el pasado 10 de octubre, dejando el proceso diplomático en un estado de incertidumbre crítica.


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