El presidente Javier Milei arribó a Brasil para participar de la cumbre de líderes del Mercosur en Foz de Iguazú, un encuentro marcado por la reciente decisión de la Unión Europea de postergar, una vez más, la firma del histórico acuerdo de libre comercio. Pese a las expectativas de un cierre definitivo, la resistencia de países como Francia e Italia forzó un nuevo esquema de plazos, trasladando la posible suscripción al próximo 12 de enero.
Un acuerdo en "stand by" por presiones europeas
La postergación, anunciada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, transformó el clima de la cumbre en el Belmond Hotel das Cataratas. El retraso responde principalmente a las exigencias de Francia e Italia, que demandan salvaguardas ambientales y comerciales más estrictas para proteger a sus productores locales.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, solicitó personalmente a Luiz Inácio Lula da Silva un aplazamiento para intentar convencer a los agricultores de su país. Según fuentes oficiales, Italia condicionó su apoyo a que se atiendan las demandas del sector agrícola frente a la entrada de productos sudamericanos como carne vacuna, soja y miel.
Al respecto, el mandatario brasileño señaló que la postura francesa no fue una sorpresa, pero sí el giro de Italia: “Francia no tiene mucho que perder con la agricultura brasileña”, afirmó Lula, quien además reveló haber dialogado con la primera dama francesa, Brigitte Macron, para intentar destrabar el conflicto.
La agenda de Milei: apertura y flexibilización
Para el Gobierno argentino, la demora de 26 años en las negociaciones con Bruselas es una señal de que el bloque debe cambiar su funcionamiento. El presidente Milei, acompañado por el canciller Pablo Quirno, buscará avanzar en una agenda de "apertura bilateral" que permita a los países miembros negociar tratados de forma independiente.
“Entendemos que hay que flexibilizar porque la dinámica de las negociaciones hoy en día tienen una urgencia distinta a la que vemos con la Unión Europea”, explicó Quirno en declaraciones previas. Bajo esta premisa, la Casa Rosada apunta a acelerar acuerdos con Emiratos Árabes Unidos, Canadá y Japón.
Derechos humanos y el reclamo por las Islas Malvinas
Más allá de lo comercial, la delegación argentina llevó a la mesa temas de fuerte peso político. Uno de los ejes centrales será la denuncia por violaciones a los derechos humanos en Venezuela y el pedido formal por la liberación del gendarme Nahuel Gallo, detenido en dicho país desde hace más de un año.
“El fraude electoral y las persistentes violaciones a los derechos humanos constituyen una afrenta a toda la Región”, sentenció el canciller argentino durante la reunión del Consejo del Mercado Común. Asimismo, el Palacio San Martín ratificó el respaldo de los socios regionales a los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, calificando los actos unilaterales del Reino Unido como incompatibles con las resoluciones de la ONU.
Tras la sesión plenaria de este sábado y el posterior traspaso de la presidencia pro tempore a Paraguay, Milei regresará a Buenos Aires con el desafío de mantener el equilibrio entre un Mercosur estancado y su ambiciosa agenda de inserción internacional directa.
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