En un fallo que marca un precedente sobre la violencia narcocriminal en Rosario, el tribunal integrado por los jueces Alejandro Negroni, Facundo Becerra y Gonzalo López Quintana condenó este lunes a prisión perpetua a los cuatro responsables del asesinato de Claudia Del Debbio y su hija Virginia Ferreyra. El ataque, ocurrido en julio de 2022 en la zona sur de la ciudad, fue definido por la Fiscalía como una muestra de "desprecio absoluto por la vida" con el único fin de infundir terror en el barrio.
Los condenados son René "Brujo" Ungaro y Nicolás Martínez, señalados como los instigadores desde la cárcel, junto a Fernando y Lautaro Cortez (padre e hijo), identificados como los ejecutores materiales. El tribunal validó la hipótesis de los fiscales Franco Carbone y Patricio Saldutti, quienes demostraron que el crimen no fue un error, sino un acto planificado para consolidar el control territorial a través del miedo.
Un ataque planificado desde la cárcel como mensaje de poder
La investigación reveló una trama escalofriante: el ataque se gestó en celdas de máxima seguridad. René Ungaro, un conocido jefe criminal que ya cumplía condena por el asesinato del exjefe de la barra de Newell's, "Pimpi" Caminos, dio las órdenes desde la cárcel de Rawson. Según los fiscales, Ungaro se comunicó con Martínez, alojado en el penal de Coronda, para coordinar la logística de una balacera que debía "limpiar" la zona de Parque del Mercado.
“La muerte fue utilizada como un mensaje. No hubo error ni confusión; hubo una decisión de usar la violencia como método para comunicar poder”, destacaron los fiscales durante los alegatos. El objetivo era amedrentar a los vecinos de la Torre 10, quienes intentaban recuperar la convivencia en un sector que la banda de Ungaro reclamaba como propio. Por ejecutar estas muertes, los sicarios habrían pactado un pago de apenas 30.000 pesos por cada víctima.
El trágico final en una parada de colectivos
El hecho ocurrió la tarde del 23 de julio de 2022. Virginia Ferreyra, de 32 años y reconocida profesora de danzas árabes, había visitado a sus padres y se dirigía a la parada de colectivos de Isola y Maestro Santafesino. Su madre, Claudia Del Debbio (58), decidió acompañarla para que no estuviera sola. En ese instante, un Peugeot 308 negro apareció en contramano y desde su interior abrieron fuego de manera indiscriminada.
Una vecina logró grabar un audio donde se escuchan casi 40 disparos. Claudia murió en el acto tras recibir cuatro impactos. Virginia luchó por su vida durante dos meses en el Hospital Clemente Álvarez (HECA) antes de fallecer. En el mismo episodio, un adolescente de 16 años resultó gravemente herido. Para los fiscales, los ejecutores “deseaban que Virginia falleciera y que saliera en el noticiero para que Ungaro viera que lo hicieron y habilitara el pago”.
Consecuencias de una lógica criminal indiscriminada
La sentencia a prisión perpetua para los cuatro imputados no solo cierra un capítulo judicial para la familia de las víctimas, sino que pone de manifiesto el accionar de los llamados "ejecutores fungibles": piezas intercambiables dentro de las organizaciones criminales que actúan bajo promesas de dinero o estatus.
Además del doble homicidio, los condenados fueron hallados culpables de otros hechos violentos, incluyendo una balacera contra el Centro Municipal de Distrito Sur. Con este fallo, la Justicia rosarina busca dar una señal clara ante los ataques que, como señalaron los fiscales, "ya no buscan disciplinar a un rival, sino aterrorizar a toda una sociedad".


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