El Gobierno Nacional anunció un cambio estructural en el esquema de subsidios energéticos que impactará en las tarifas de luz y gas a partir de enero de 2026. El Poder Ejecutivo busca simplificar el sistema y, principalmente, lograr un fuerte recorte en el gasto público destinado a estas subvenciones.
La medida implica la eliminación de la actual segmentación por niveles (N1, N2 y N3). En su lugar, se implementará un sistema único de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF). Se estima que unos 7,5 millones de hogares experimentarán un aumento en sus facturas al perder los beneficios.
Nuevo Criterio de Focalización y Criterios de Exclusión
El nuevo esquema de subsidios se centrará en los hogares que demuestren mayor necesidad económica. Solo serán considerados para recibir asistencia aquellos con ingresos familiares totales inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT), lo que equivale a menos de $3.641.397 mensuales (aproximadamente).
Además del límite de ingresos, se aplicarán estrictos criterios de exclusión. Perderán el subsidio quienes tengan más de dos vehículos, tres o más propiedades, o posean embarcaciones o aeronaves de lujo. Quienes ya estaban en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (Rase) serán migrados automáticamente, pero podrán actualizar sus datos.
Subsidios Temporales y por Estación
Otro cambio fundamental es la temporalidad y estacionalidad de la ayuda estatal. El Gobierno planea focalizar la asistencia en los meses de mayor demanda, buscando acercar el esquema al consumo real de cada servicio:
Gas: Habrá subsidios únicamente durante los meses de invierno (abril a septiembre). El resto del año, el servicio se facturará a costo pleno.
Luz: Se concentrarán los subsidios en el verano, mientras que en el resto del año se reducirá la asistencia.
Subsidio de Verano Excepcional: Se aplicará un subsidio adicional del 25% solo en enero para luz y gas, el cual se irá reduciendo de forma gradual hasta desaparecer en diciembre de 2026.
El Impacto Económico y la Consulta Pública
La decisión tiene un objetivo fiscal claro: reducir el gasto en subsidios energéticos del 0,65% del PBI en 2025 al 0,5% en 2026. Esto se traduciría en un ahorro de aproximadamente 1.000 millones de dólares para el Estado.
Las nuevas tarifas reflejarán el costo real de la energía, estableciendo un precio mayorista único de gas de $3,80 por millón de BTU y un valor monómico de electricidad estimado en $75 por megavatio-hora. Antes de su implementación, a partir de enero, el nuevo esquema de subsidios será sometido a un análisis a través de una consulta pública online.


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