El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró este domingo el estado de excepción en diez de las 24 provincias del país andino, una medida que regirá por 60 días. Esta decisión se toma ante la radicalización de las protestas indígenas que comenzaron el 22 de septiembre y han sido calificadas por el mandatario como una situación de "grave conmoción interna". La movilización, liderada por la Conaie, protesta contra la eliminación del subsidio al diésel, lo que ha generado un conflicto social con serias consecuencias.
Escalada de la Tensión por el Subsidio al Diésel
Las manifestaciones, que incluyen el bloqueo de vías, se han intensificado tras la decisión gubernamental de eliminar el subsidio al diésel. Este cambio provocó un aumento del precio del combustible en un 56%, pasando de $1,80 a $2,80 dólares el galón (3,785 litros). Este alza, según la Conaie (la mayor organización de pueblos originarios), representa "un golpe para la economía de los campesinos".
La situación de tensión ya ha dejado cifras alarmantes: las protestas registran un manifestante fallecido por impactos de balas, alrededor de 150 heridos entre civiles, militares y policías, y cerca de un centenar de detenidos, según datos oficiales y de ONG de derechos humanos.
Consecuencias y Exigencias de la Conaie
El decreto de emergencia se aplica en siete provincias andinas y tres amazónicas, incluida Pichincha, cuya capital es Quito. Noboa señaló en su decreto que hay "paralizaciones y hechos de violencia que han alterado el orden público" y una "radicalización" en las manifestaciones. El principal foco de los enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes se ubica en Imbabura (norte), una provincia con un 10% de población indígena y dedicada a la floricultura y ganadería. Solo el sector de las flores estima las pérdidas económicas en un millón de dólares al día.
Además de la restitución del subsidio al diésel, la organización indígena reclama la baja del IVA del 15% al 12% y una mayor asignación presupuestaria para la educación y salud públicas. En un comunicado, la Conaie denunció que el Gobierno "responde con represión a las demandas del pueblo" y que la emergencia "militariza los territorios" indígenas. Su líder, Marlon Vargas, advirtió: “Si tenemos que tomarnos la ciudad de Quito, vamos a tomarnos”. Noboa respondió enfáticamente: “Nadie puede venir a tomarse por la fuerza la capital de todos los ecuatorianos”, y aseguró que aplicará la ley.
Contexto Histórico del Conflicto Indígena
El incremento de los combustibles es históricamente un tema extremadamente sensible en Ecuador. Esta situación ha sido el detonante de violentas movilizaciones no solo de los pueblos originarios sino también de otros sectores sociales en administraciones anteriores, como ocurrió durante los gobiernos de Lenín Moreno (2019) y Guillermo Lasso (2022). Los pueblos originarios representan cerca del 8% de los 17 millones de habitantes del país, aunque sus dirigentes afirman que, según sus estudios, su población alcanza el 25%. El estado de excepción busca controlar esta grave situación de tensión en Ecuador y evitar un conflicto social generalizado.
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