Dos hombres fueron formalmente imputados por un audaz robo de una ambulancia en Rosario que culminó en una espectacular persecución de más de 20 kilómetros, terminando con el vehículo incrustado en la fosa de una piscina en construcción en un barrio privado de Funes. Los sospechosos, identificados como Roberto Ernesto C. y Walter Ezequiel N., enfrentan cargos por "robo con arma cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada en concurso real con resistencia a la autoridad y abuso de armas".
Detalles del Delito y la Imputación
La imputación fue realizada este lunes por el fiscal Federico Rébola, quien solicitó al juez de primera instancia Hernán Postma la prisión preventiva de ambos por un plazo de hasta dos años. Durante el caótico episodio, una agente de policía sufrió una lesión por un disparo, pero afortunadamente no revistió gravedad y fue dada de alta rápidamente.
La secuencia delictiva comenzó la noche del jueves 11 de septiembre, minutos antes de las 22:00, en la zona sur de Rosario. En Arijón al 2700, el chofer de una ambulancia de la empresa CG&L, Nazareno D., fue abordado por los dos hombres. Lo amenazaron con un arma de fuego, lo tomaron del cuello y le robaron el vehículo, llevándose también sus pertenencias personales.
Persecución y Captura en el Barrio Privado
La policía de Rosario, tras ser alertada, inició una persecución que se extendió por la Circunvalación hacia el oeste y llegó hasta la autopista a Córdoba. Con los accesos a Funes custodiados, los ladrones lograron ingresar al barrio privado Cantegril por un tercer acceso. Al tomar una calle sin salida, el conductor realizó una serie de maniobras desesperadas que culminaron con la ambulancia cayendo de trompa en la fosa de una piscina en construcción en la calle 4D.
A pesar del accidente, los delincuentes salieron del vehículo y uno de ellos "exhibió un objeto que parecía un arma de fuego", lo que provocó disparos disuasivos por parte de los uniformados. La búsqueda continuó a pie por el interior del barrio hasta que, a las 23:40, los sospechosos fueron encontrados ocultos detrás de unas tablas de madera en un domicilio de la calle 5D al 4600.
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