Rosario, 26 de agosto de 2025 - La industria siderúrgica de la región se encuentra en un punto crítico, afectada por la caída del consumo interno y el aumento de las importaciones, principalmente desde China. La crisis se profundiza con conflictos laborales en las plantas de Acindar en Villa Constitución y Ternium en San Nicolás, poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo.
Denuncia de vaciamiento en Acindar
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución denunció que durante el pasado fin de semana, la empresa contratista Gisi retiró equipos de la planta de Acindar, en lo que el gremio considera un movimiento de vaciamiento. Esta situación agrava la incertidumbre de los trabajadores, que no han cobrado sus salarios este mes. En una asamblea realizada el lunes, la UOM acusó a Acindar de ser “cómplice de esta situación ya que fue quien contrató a Gisi y hoy no da explicaciones ni garantías”.
Acindar, por su parte, ha señalado que ha cumplido con sus compromisos de pago hacia Gisi, pero la contratista no lo ha hecho con sus empleados. La UOM ha estado realizando asambleas desde hace meses para buscar soluciones, pero los recientes movimientos de retiro de equipos, detectados por la guardia sindical, intensificaron el estado de alarma. La UOM exige “respuestas y soluciones urgentes para que se respete la estabilidad laboral y económica de cada compañero metalúrgico”.
La planta de Acindar ha operado al 50% de su capacidad instalada durante 2024 y el primer semestre de 2025, a causa de la fuerte caída de la producción, impactada por la paralización de la obra pública y la menor actividad de la obra privada. Para mitigar el impacto, la empresa había acordado un esquema de suspensiones con el 75% del salario, vigente hasta diciembre, y un plan de retiros voluntarios. La crisis afecta no solo a los trabajadores directos, sino a todo el ecosistema económico de Villa Constitución.
Tensión en Ternium, San Nicolás
El conflicto también escala en la planta de Ternium en San Nicolás, donde los trabajadores de la UOM mantienen medidas de fuerza. El parate de actividades comenzó después de que expiraran los plazos de una conciliación obligatoria provincial y se profundizó tras una nueva conciliación obligatoria a nivel nacional, que el gremio desestimó por considerarla improcedente.
Durante una audiencia el lunes, el sindicato advirtió sobre las graves consecuencias del conflicto: “Estamos ante el conflicto más importante que se ha vivido en la República Argentina, ya que ante la desidia y desinterés de los empleadores, en breve, no se producirá más acero plano en este establecimiento, y a nivel país, y por ende, 7.000 trabajadores directos e indirectos y todas las empresas relacionadas a esta empresa dejarán de funcionar, lo que conlleva a la crisis más importante que puede existir en la ciudades de Ramallo y San Nicolás”.
Ante la falta de acuerdo, el CEO de Ternium, Paolo Rocca, comunicó al secretario general de la UOM San Nicolás, Naldo Brunelli, que la empresa evalúa la drástica decisión de cerrar el alto horno si los trabajadores no deponen su reclamo salarial. En un intento de cambiar el ámbito de negociación, Ternium se negó a asistir a la audiencia del Ministerio de Trabajo bonaerense, buscando trasladar el conflicto a la Secretaría de Trabajo de la Nación.
La situación general de la industria manufacturera y la invasión de productos de China, cuyas importaciones crecieron cerca del 100%, están impactando de lleno en la siderurgia, exacerbando una crisis que amenaza con una ola de despidos y el cierre de operaciones clave en la región.
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