Pocas horas después de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificara su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el marco de la causa Vialidad, la expresidenta Cristina Kirchner se dirigió a miles de militantes frente a la sede del Partido Justicialista. En un encendido discurso, la exmandataria arremetió contra lo que denominó el “partido judicial” y el gobierno actual.
"Esta Argentina que hoy estamos viviendo no deja de sorprendernos. El partido judicial le agrega el cepo al voto popular", sentenció Kirchner, vinculando la ratificación de su condena con el calendario electoral. "Esta causa tiene un cronograma electoral maravilloso. Un mes antes de la formalización de candidaturas en la provincia de Buenos Aires sale el fallo", enfatizó, acompañada por su hijo Máximo Kirchner y la exgobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.
La expresidenta hizo un llamado a la militancia y a la dirigencia peronista a tener una visión a largo plazo. "Si algo tiene que hacer un militante y un dirigente político es ver más allá de sus narices. El poder económico puede tropezar una sola vez con la misma piedra. Saben que somos los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome. Porque esta tranquilidad de un dólar pisado, de miles de millones de dólares que siguen tomando prestado, anuncian la crónica de una muerte final. Esto no tiene final feliz. El poder económico lo sabe", pronosticó Kirchner.
Asimismo, acusó al Gobierno de intentar desorganizar al peronismo, al que calificó de "derecha mafiosa". Recordando sus dos mandatos presidenciales, destacó: "Fui elegida dos veces como presidenta de la república y fui despedida con una multitud desbordante en Plaza de Mayo".
Cristina Kirchner auguró un desenlace desfavorable para la actual gestión de gobierno y convocó al peronismo a prepararse para capitalizar el descontento popular. "Que los salarios estén por el piso, que la gente no consiga trabajo, que cierre La Salada... es un país que no puede funcionar bien. Esto lo tenemos que tener muy claro", expresó, señalando las dificultades económicas que atraviesa la sociedad.
La exmandataria reiteró que las decisiones judiciales en su contra no solucionarán los problemas de la ciudadanía: "Quiero decirles que se equivocan los que piensan que de esta manera van a llegar a sus objetivos, que es seguir con procesos de destrucción. Creo que se equivocan porque me pueden meter presa pero la gente cobra salarios de miseria, las jubilaciones van a seguir sin alcanzar, los medicamentos cada vez están más caros. Me pueden meter presa pero los padres van a seguir creyendo que sus hijos tienen derecho a comer cuatro comidas por día".
Finalmente, instó al peronismo a retomar la conducción política del país. "Espero que sea el peronismo el que conduzca el cauce del río. La historia me ha enseñado que el pueblo toma nombres y liderazgos a medida que van marchando. Nadie tiene la vaca atada. Pero el pueblo no se resigna a vivir sin derechos. Y si enfrente encuentra dirigentes que sí se resignan elegirán a otros". Cerró su discurso con un mensaje de agradecimiento y aliento a la militancia: "Los quiero mucho, les agradezco todo el aguante, todo el amor y todo el afecto", y llamó a la organización: "Es fundamental tener una dirigencia comprometida con los problemas de la gente, ayudemos a los que necesitan ser ayudados y organizados.
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