En un encuentro disputado y con escaso brillo futbolístico, Rosario Central logró una valiosa victoria por 2-0 sobre Estudiantes, clasificando así a los cuartos de final. El equipo rosarino, aunque con dificultades para generar juego fluido, encontró en los últimos minutos la llave para doblegar a un rival que se replegó y apostó por no conceder espacios.
Desde el inicio, Central mostró la intención de tomar la iniciativa, pero careció de la precisión necesaria para concretar sus ataques. La primera aproximación clara llegó con un remate desviado de Ibarra desde fuera del área. A pesar de no deslumbrar en su juego, el "Canalla" logró controlar los avances de Estudiantes, impidiendo que generaran peligro sobre el arco defendido por Broun. El equipo local se mostró más incisivo a través de jugadas individuales de sus delanteros.
Giaccone protagonizó la primera jugada de riesgo al desbordar por izquierda y enviar un centro rasante que conectó Santi López, cuyo remate fue contenido por el arquero Mansilla. Sin embargo, esta acción no tuvo continuidad en el juego de Central, que adoleció de imprecisiones en jugadores clave como Malcorra, Santi López y el propio Giaccone. Copetti fue uno de los más activos, aunque en ocasiones debió retroceder demasiado para participar en la elaboración del juego. Un disparo de Coronel con poco ángulo y otro de Santi López por encima del travesaño precedieron a la ocasión más clara del primer tiempo: un tiro libre de Malcorra que encontró la cabeza de Copetti, quien, sin marca, envió el balón apenas alto.
En los minutos finales de la primera mitad, un cabezazo de Carrillo para Estudiantes exigió una intervención providencial de Broun, manteniendo el marcador en cero.
En el inicio del complemento, Central mostró mayor determinación ofensiva. Santi López no llegó a conectar un centro ante la salida del arquero rival, y poco después tuvo otra oportunidad en el segundo palo. No obstante, el equipo local atravesó algunos momentos de zozobra, con una intervención de Quintana casi sobre la línea y un centro que cruzó el área sin encontrar destinatario. Ante esta situación, el entrenador Miguel Ángel Russo dispuso el ingreso de Duarte y luego de Campaz, buscando mayor agresividad en ataque.
Cuando el encuentro parecía encaminarse a un empate sin goles, a pesar del aliento constante de su hinchada, Central encontró la luz en un tiro libre de Malcorra. El defensor Quintana, que hasta ese momento había sido uno de los pilares del equipo, conectó un cabezazo certero que desató la euforia en el Gigante de Arroyito. Con el marcador a su favor, Central tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja en un mano a mano de Campaz, quien optó por rematar al arco en lugar de ceder el balón a Malcorra. Finalmente, el propio Campaz selló la victoria con un potente zurdazo en el tiempo de descuento, desatando la fiesta y asegurando el pase a los cuartos de final para Rosario Central.
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