En medio de la celebración oficial por el levantamiento del cepo y la llegada de un nuevo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), trascendieron las exigencias del organismo a cambio de los dólares. El foco del programa se centra en alcanzar un mayor superávit fiscal a través del "aporte de trabajadores, aumentos de servicios sumados a reformas laborales y previsionales", según fuentes especializadas.
A pesar del equilibrio fiscal que el gobierno de Javier Milei y Luis Caputo pregonan haber alcanzado mediante un sostenido recorte, el FMI demandó una profundización del ajuste. Tras una primera semana de implementación del nuevo esquema cambiario y el anuncio de la restauración de retenciones al campo, el gobierno comienza a diseñar el nuevo plan exigido por el Fondo, que incluye "recortes fiscales y reformas estructurales".
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) advierte sobre las consecuencias de estas medidas en la economía real. El estudio señala que el impacto del salto del tipo de cambio en las tarifas y las exigencias del FMI sobre la "quita de subsidios segmentados y desregulación de salud, energía, y transporte", impulsarán aún más los precios.
El organismo internacional estableció una meta de superávit primario del 1,3% del PBI, cifra que el Presidente elevó al 1,6%. El ajuste fiscal se intensificará en los próximos años, alcanzando el 2,2% en 2026 y el 2,5% en 2027. Si bien se esperan mejoras en los ingresos a través del Impuesto a las Ganancias y el Impuesto a los Combustibles, los recortes se concentrarán en "reducción de subsidios (0,6% del PBI) y ajuste en asistencia social a través de focalización (0,2%). También recortes en seguridad social (0,6%)".
Además del ajuste fiscal, el FMI sugiere una serie de reformas estructurales que impactarán directamente en trabajadores y jubilados. El organismo espera que "las reformas del mercado laboral ya aplicadas faciliten negociaciones salariales más flexibles y la simplificación de los procesos de despidos", y anticipa futuros esfuerzos para promover la adhesión al nuevo marco laboral y considerar una reforma más amplia.
En cuanto a la reforma tributaria, se mencionan la reducción gradual de los Derechos de Exportación, la disminución del Impuesto a los Débitos y Créditos, el traslado de monotributistas al régimen general, la disminución del Impuesto a las Ganancias para sociedades y la reducción del gasto tributario.
Finalmente, el FMI solicita una "revisión integral del sistema de pensiones para diciembre de 2026". En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, declaró ante el Congreso que "cualquier propuesta debe sustentarse en un análisis riguroso que garantice decisiones responsables, con perspectiva de largo plazo y sin comprometer los principios fundamentales del sistema ni el equilibrio fiscal".
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