El economista Ricardo Arriazu, uno de los más influyentes en el círculo de Javier Milei y a quien el Presidente ha llamado “el maestro”, lanzó una advertencia sobre el rumbo del esquema cambiario ante un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Si hay flotación compacta como en 2018, va a haber problemas”, afirmó Arriazu, en referencia a la posibilidad de aplicar un sistema de bandas cambiarias que, según su visión, podría traer inestabilidad.
Para el economista, la clave para lograr estabilidad es controlar las dos unidades de cuenta –peso y dólar–, y criticó la idea de una flotación cambiaria prematura. “Si no estabilizo las dos unidades de cuenta, no puedo estabilizar la economía. ¿Cómo estabilizo el peso? Dejando de emitir. ¿Cómo estabilizo el dólar? Interviniendo. Tan sencillo como eso”, explicó.
Diferencias en el Gobierno sobre la política cambiaria
Arriazu planteó que existe una visión contrapuesta dentro del Gobierno sobre este tema. “Me dicen que hay alguna diferencia entre el presidente, que quiere flotar, y el Banco Central y Economía, que no quieren flotar”, señaló.
Además, cuestionó la postura del FMI, asegurando que el organismo “no entiende” la complejidad de la economía argentina. “Mi preocupación es que el Presidente y el Fondo quieren la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner un esquema parecido al de 2018, lo que va a crear problemas”, agregó.
Para respaldar su postura, el economista puso como ejemplo qué habría sucedido si el Gobierno liberaba el tipo de cambio en diciembre pasado. “El único problema que yo veo es que el Fondo se equivocó rotundamente. No entiende una economía bimonetaria. ¿Qué habría pasado si Argentina hubiese flotado en diciembre? Habría dejado el tipo de cambio libre con una deuda de importaciones impagas de 40.000 millones de dólares y reservas netas negativas. La gente habría comprado dólares y no había suficientes. ¿Qué cree que pasaría? Hiperinflación automática”, alertó.
Inflación, recesión y los “cisnes negros”
Sobre el futuro económico del país, Arriazu consideró que la inflación sigue siendo un problema estructural y que sin resolverlo, “la economía no podrá crecer ni salir de la pobreza”. Admitió que el ajuste aplicado por el Gobierno generó una fuerte recesión en el corto plazo, pero vaticinó que el crecimiento regresará en la segunda mitad del año.
No obstante, advirtió sobre la posibilidad de “cisnes negros”, eventos inesperados que podrían causar un shock económico global. “Si hay una explosión de una burbuja financiera y coincide con una guerra comercial, se puede generar una crisis al estilo de la Gran Depresión”, explicó.
El apoyo social a Milei: un fenómeno inesperado
Por último, Arriazu hizo una reflexión política sobre el respaldo que recibe el Presidente y afirmó que “Milei, políticamente, es un milagro”.
“El apoyo principal de Milei no son los más ricos, sino la clase más pobre. Son quienes dicen: ‘Ya intenté todo, me robaron todo. Al menos este loco, vamos a ver qué hace. Estoy dispuesto a tener esperanza’”, concluyó.
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